jueves, 29 de octubre de 2009

Ruta de senderismo: vuelta a Colina

Una excelente iniciativa por parte de la red Cantabra de Desarrollo Rural y la Dirección General de Biodiversidad del Gobierno Cántabro es la realización de rutas guiadas gratuitas en los espacios naturales de la Comunidad.
Además el modo de participar en general es muy sencillo: basta con estar a la hora indicada en el punto de salida señalado, sin necesidad de inscripción previa. De esta manera, se puede decidir si ir o no la noche anterior.
Por ponerle una pega, aunque hay bastante rutas se suelen realizar las mismas los mismo días, con lo que si tenemos problemas de agenda no podremos sacarle todo el jugo posible.
La información general está aquí. Y para el caso de la montaña oriental podéis consultar este enlace. Como véis, logicamente la programación para este año está a punto de acabar, pero espero que continúen con este proyecto el año que viene.
El caso es que yo, por unas causas o por otras, sólo me he apuntado a una excursión hasta la fecha, en concreto la ruta llamada "Vuelta a Colina", que nos permite tener un conocimiento general de lo que constituye el espacio Natural Collados del Asón, y que describo a continuación.
Dificultad: Alta
Orientación (sin GPS con track o cartografía): fácil
Belleza: Muy Alta
Tiempo: 5 horas (16 KM).


Situación.

Desde Santander, por la A-8 hasta Solares, desde allí buscar la carretera local que conduce a La Cavada y el puerto de Alisas, tras bajar todo este puerto, ya en la localidad de Arredondo, tomamos a mano derecha la carretera que asciende a los collados del Asón. Superada la cascada y las curvas asociadas, así como un monumento, alcanzamos un amplio aparcamiento con piedra suelta, donde dejamos el vehículo.

Puntos de Interés

Paisaje de origen glaciar y fluvial. Vistas sobre el alto Asón y canales tributarias. Vistas sobre la costa y principales picos de la montaña oriental. Geografía Kartificada. Hayedos. Paisaje ganadero. Paso de las Hazas del Respiradero.

Descripción de la Ruta

Ruta muy interesante, de dureza media, que pudiera considerarse la más representativa del Parque Natural de los collados del Asón. Los restos del paisaje glaciar muy Karstificado y los bosques aún bien conservados de caducifolias, especialmente hayas, son los principales valores que componen este espacio natural. La ruta a realizar se corresponde con el sendero de pequeño recorrido PRS-77.

Desde el punto en que aparcamos, a casi 700 metros de altitud, aparece una pista que asciende en sentido noroeste, restringida para vehículos a motor. A Mano derecha tenemos excelentes vistas del valle del alto Asón y enfrente todo el sistema del Mortillano, cuya cumbre se sitúa en torno a 1400 metros y que puede presumir del sistema de galerías de mayor desarrollo de la península ibérica.

A medida que vamos avanzando, vemos la forma, enfrente de nosotros, del valle glaciar en forma de U de Brenavinto, que tiene los lados la peña de Los Campanarios y los Castros de Horneo, respectivamente; y a nuestros pies, restos de la lijada plataforma de abrasión del antiguo glaciar.

Al cabo de unos dos kilómetros una señal nos indica la desviación, a la derecha, hacia el Hoyón del Saco y Colina. La senda, que asciende bordeando los Castros de Horneo, acaba internándose al cabo de unos centenares de metros en un bien conservado hayedo. Los hayedos de esta zona resistieron mucho mejor que los circundantes el impulso destructor de las fábricas de Liérganes y La Cavada, posiblemente por tener un acceso mucho más complicado.

Tras el recorrido por el hayedo, que dura aproximadamente un kilómetro, continuamos por una zona más abierta en la que seguimos disfrutando de amplias vistas del valle del Asón, y con días despejados de la cota en la que resulta fácil identificar la zona de la desembocadura de dicho río. En primer tiempo muestras de la aún persistente construcción pasiega de cabañas y cercados.

Siempre en continua ascensión, que no llega a ser dura salvo en contados tramos, va apareciendo en el frente, un tanto a la izquierda, el perfil de la meseta que constituye la cima del Colina, de 1448 metros de altitud y a sus pies la excelentemente conservada morfología del antiguo glaciar de joyón del saco, al que nos acercamos.

Lo primero que nos encontramos es con la llamativa plataforma de abrasión, una lisa superficie de roca de aproximadamente 1 kilómetro cuadrado de extensión moldeada por el paso del hielo cargado de piedras que actuaban como cuchillas. Avanzando un poco con precaución podremos ver las marcas de numerosos fósiles y profundas canaladuras formadas por los procesos cársticos.

Para continuar hemos de continuar por la parte derecha de la plataforma de abrasión hasta alcanzar el Hoyón del Saco, un amplio hoyo de forma circular que el realidad es el resto del antiguo circo glaciar. La senda continúa atravesando el antiguo glaciar justo entre la plataforma de abrasión y el Hoyón de Saco.

Al llegar al otro lado, la senda asciende por la loma herbosa, con tendencia un tanto hacia la izquierda, hasta alcanzar un pequeño cordal que nos permite contemplar un amplio paisaje hacia el oeste, con la cima piramidal del Porracolina, de más de 1400 metros, en primer término. A nuestros pies se abre el espectacular y profundo Barranco de la Sota.
Al respecto, merece la pena retroceder unos centenares de metros por el cordal que acabamos de alcanzar hasta el asomadero de Cerrilla, en donde podremos ver la unión de esta canal con la del Asón, casi mil metros más abajo. En preciso señalar que esta opción no forma parte de la parte señalizada del recorrido.

Tomando de nuevo el cordal en sentido ascendente retomamos la señalización del recorrido que nos lleva por este cordal, sin excesivo esfuerzo, hasta la cima del Colina.
Esta cumbre, en forma de plataforma de unos 100 metros de longitud, además de los paisajes ya contemplados, suma una gran panorámica de los montes de la parte Oriental, incluyendo Castro Valnera y el Picón del Fraile, ocupado por una fácilmente identificable, por su forma esférica, instalación militar. Habrán sido aproximadamente 8 kilómetros totales hasta este punto.

Para continuar, después de un merecido descanso, debemos buscar, casi en la parte contraria de la plataforma respecto a la que hemos subido y hacia la derecha, la senda que desciende rápidamente por una nueva pradera herbosa, en dirección sur. Una buena referencia es la línea imaginaria entre nosotros y el Picón del Fraile.

Tras un fuerte descenso de unos centenares de metros, la pendiente casi desaparece y el sendero acaba desembocando en un corto paso entre rocas. Justo al final del mismo el recorrido gira bruscamente hacia el este. A partir de aquí tendremos una amplia panorámica de la alargada extensión del bosque del monte Llusías.

El sendero se acerca a un par de cabañas, Brenacobos, con sus correspondientes prados que dejaremos a la izquierda. De esta manera vamos descendiendo poco a poco hasta alcanzar los primeros árboles y acabar internándonos en un nuevo hayedo.

Al poco llegamos al punto más singular de la ruta: Las Hazas el Respiradero. Se trata de un estrecho paso, de unos tres metros de ancho y unos 10 de alto, por cuyo fondo discurre la senda.
En unos 200 metros, y prestando atención ante posibles resbalones, continuando por la ladera que alterna áreas abiertas con otras en las que el hayedo vuelve a mostrarse en toda su plenitud. De esta manera llegamos ante una nueva cabaña, en donde giramos bruscamente hacia la derecha para bordear una pequeña loma.

Al otro lado de la loma recuperamos el sentido de avance y descritos a nuestros pies el Llano de Brenavinto, que ocupa el fondo de una polje o cubeta sin salida para las corrientes de agua, que han de filtrarse por la roca. Por el fondo del Llano discurre el camino principal del parque y final del mismo se encuentra el pequeño paso del alto de la Posadía.

El sendero sigue bajando poco a poco, sigue en paralelo al llano de Brenavinto y acaba uniéndose al camino citado a pocos metros de culminar el alto de la Posadía. Muy cerca encontramos la última sorpresa de la ruta: dos grandes ejemplares de haya.
Desde aquí empezamos a descender y alcanzamos con facilidad el punto donde habíamos iniciado el sendero hacia el Hoyón del Saco y el aparcamiento.

Comentarios
El recorrido no se puede considerar difícil. Aunque hay más de 700 metros de desnivel hasta Colina, el ascenso es bastante paulatino; con lo que la posible dureza provendrá en todo caso de la longitud. Al tratarse de un sendero bastante transitado, podremos avanzar casi siempre con rapidez pese a avanzar por un entorno en algunos puntos muy tortuoso.

La señalización se puede considerar excelente, con numerosas estacas que permiten tomar puntos de referencia más fácilmente. Además, no existen cruces conflictivos y en todo caso la dificultad puede venir en algunos puntos en identificar por donde va la senda.

En algunos puntos debemos extremar las precauciones debido a la abundancia de simas y grietas. El peligro se acentúa considerablemente en periodo de nieves, en cuyo caso deberemos informarnos previamente de posibles alternativas. No es recomendable tampoco realizar la ruta si hay niebla.
Track:




martes, 27 de octubre de 2009

Nacimiento del rio Gándara

Desde la localidad de La Gándara podemos remontar los dos kilómetros que le separan del nacimiento del rio que le da nombre, tanto a pie, como en coche por un camino en buen estado.
El nacimiento se situa en la parte baja de una gran peña que constituye la divisoria de aguas entre este rio y el Asón.
Podremos disfrutar de los primeros metros de este rio saltarín, aguas que enseguida pasan por el canal y estructura de un viejo molino recientemente restaurado. El lugar también es apto para una comida campestre, siempre que no haya mucha gente.

lunes, 26 de octubre de 2009

La sierra del Hornijo

Tal y como adelantábamos hace algunos post, describimos hoy una travesía parcial de esta sierra, cuyo nombre deriva de Horna, vocablo local para denominar a las Hayas. Aunque restingidas a escasos rodales debido a la intensa explotación de estos montes en el pasado, los bosquetes existentes muestran a las claras lo que debió ser en el pasado el bosque caducifolio.

Por otro lado, y aunque un tanto olvidada por las cercanas montañas orientales de cierre con la provincia de Burgos y el parque natural de los collados del Asón, esta sierra muestra un interesante perfil montaraz, extremadamente tortuoso, que muestra su esplendor en los grandes desniveles, superiores a los 1000 metros, respecto al curso medio del Asón.

Dificultad: Media
Orientación (sin GPS con track o cartografía): Fácil
Belleza: Alta
Tiempo: 5 horas 30 minutos (20 KM). Ida y vuelta hasta la parte más alejada de Hoyo Masayo.

Situación.
Por la autovía A-8 hasta Solares, aquí tomar la carretera en dirección a La Cavada y Puerto de Alisas. Una vez en Arredondo, tomar la carretera que tras atravesar los collados del Asón lleva al valle de Soba. Una vez en La Gandara, tomar el desvio a la izquierda que en menos de 1 km lleva a la localidad de Astrana.
Puntos de Interés

Vistas sobre el valle de Soba, las montañas orientales y los collados del Asón. Praderas, cerros y hoyas de la sierra del hornijo, hayedo del romeral.

Descripción de la Ruta
Dejamos el coche aparcado en las cercanías de la iglesia, ya que es aquí donde debemos comenzar a andar, en la calle que nace entre dicho edificio y una casona con portalada. Enseguida saldremos del pueblo por un camino con cierta tendencia a nuestra izquierda. El camino asciende durante buena parte del recorrido entre cabañas aisladas prados bordeados por alambradas. Durante toda esta primera parte de la ascensión, es recomendable aprovechar las paradas para disfrutar de las amplias vistas a nuestra espalda. Hacia la izquierda, el valle de Soba con el tajo de la cascada del rio Gándara en la parte inferior y a la derecha el corazón del Parque natural de collados del Asón, que recorreremos en una muy próxima ruta.

Al cabo de unos minutos dejamos una bifurcación a la izquierda mientras que nuestro camino se convierte en una pista de cemento para ayudar a los vehículos a salvar la fuerte pendiente. Al poco se nos ofrece la posibilidad de visitar el acceso del Mortero de Astrana. Esta sierra, al igual que las otras de la zona, presenta un auténtico mundo paralelo subterráneo.

Siguiendo en todo momento por el camino principal, en giro paulatino hacia la derecha, llegamos a un pequeño descansillo en el que aparecen sendos ramales a izquierda y derecha que ignoramos. Al poco llegamos a la única zona arbolada de la primera parte del recorrido, el pequeño robledal de Monte escajadillo. En este punto se ofrece la posibilidad de buscar la cumbre del Mazo Grande (1211 metros) que desecharemos en la jornada de hoy.

Al contrario, seguimos ascendiendo suavemente por el camino principal en un brusco giro a la izquierda, y tras salir del bosque observamos de frente las moles del Mazo Grande y del Mazo chico, y el paso intermedio hacia el que habremos de dirigirnos. El camino ahora vuelve a girar poco a poco hacia la derecha hasta alcanzar un nuevo cruce en el que hemos de seguir por la izquierda, siempre en ascensión y siempre por el camino principal, dejando a la derecha dos pequeños depósitos de agua.

Al poco el camino desciende brevemente, deja otro ramal, en este caso a la izquierda, y emboca directamente hacia el paso entre los dos mazos, empeorando un tanto en su firme pero sin perder anchura. Enseguida salimos a una zona de amplias praderas en la que se observan algunas cabañas dispersas.

Una vez llegamos a la altura de las cabañas se abre a nuestra izquierda una amplia vaguada con aspecto de paisaje de montaña. La vaguada está cerrada por el sur por el mazo chico, y las aguas se vierten por el sumidero de Cellalagua, cuya ubicación se intuye desde el camino.
Un pequeño esfuerzo adicional nos situa en el punto más alto del recorrido, el alto del Crucero a 1065 metros. Habremos llegado a este punto con relativa facilidad, en aproximadamente hora y media de camino. No obstante lo más complicado empieza a partir de este punto. Nada más pasar el alto, el ancho camino desciende bruscamente mediante unos pronunciados zig-zags para acabar desapareciendo en las cercanías de unas cabañas. Fijaremos nuestra vista en dichas cabañas durante el descenso para mantenerlas como referencia.

Como decimos el camino desaparece para convertirse en una senda que discurre en un primer momento por una zona herbosa. Superamos una portilla pisando en las rocas que la rodean y nos acercamos a las cabañas citadas, pero no llegamos a las mismas sino que seguimos hacia la izquierda hacia una tercera cabaña muy cercana, situada en un plano superior, que dejaremos a nuestra izquierda.

Desde este punto localizamos con facilidad la continuación de sendero, que como vemos por los restos de muros de contención, sigue el trazado de un antiguo camino. En unos metros aparece a nuestra derecha una hondonada mayor, conocida como hoyo Salzoso, en la que también se observan algunas cabañas y ganado.

Nosotros seguimos bastantes metros por encima, por un sendero cada vez más tortuoso, mientras disfrutamos de amplias panorámicas que se extienden hasta la costa de Santoña y Laredo. Al poco divisamos a nuestros pies Hoyo Masayo, una gran hondonada sin salida natural, tanto la parte más cercana como la más lejana muestran interesantes hayedos, mientras que la parte central está tapizada de helechos.

El antiguo camino desciende hacia el primer bosquete de hayas, en principio hacia su parte izquierda pero acaba llegando a su parte central, donde nos encontramos con descomunales ejemplares, que destacan sobre todo por su altura y grosor, algunos caídos por el peso de los años y de los inviernos.
El avance en este tramo es especialmente dificultoso debido a las rocas, las ramas caídas y el barro, pero acabamos saliendo al otro lado del hayedo y la parte central del hoyo Masayo, por su parte derecha.

Si deseamos continuar algo más y llegar al otro lado del Hoyo, debemos prestar atención, antes de salir del hayedo, a una estaca indicadora que nos sugiere continuemos hacia la izquierda, de modo que se prolonga algo más en paseo por el bosque. De este modo llegaremos a la parte izquierda del hoyo, desde la cual un sendero nos permite cruzarlo sin perder altura.

Al otro lado continúa el hayedo entre las rocas que surgen por doquier y ralentizan el avance. Salvo que podamos realizar el recorrido lineal, es el momento de regresar pues en caso contrario la vuelta se alargaría demasiado y se haría muy dura.

Así pues iniciamos el duro recorrido de regreso, en su primer tramo, por el mismo camino. Una vez hayamos superado el hayedo, la zona rocosa y los zig-zags que culminan el ascenso, podremos recuperar el aliento y disfrutar de los últimos kilómetros de recorrido, en los que podremos contemplar buena parte del parque de los collados del Asón, las montañas orientales y la zona occidental de Soba.

Comentarios

El sendero a recorrer coincide con el trazado del sendero de pequeño recorrido PR-S13, sin bien el mismo está diseñado para realizar un recorrido lineal y disponer de un vehículo de recogida en la localidad de Riba. Esta es la opción más recomendable si podemos optar a ella, ya que disfrutaremos del recorrido completo andando mucho menos.
Siendo casi imposible plantearse el recorrido de ida y vuelta en su totalidad, se opta en esta ocasión por un trayecto algo reducido, únicamente hasta el entorno del Hoyo Masayo, que considero el punto más interesante del recorrido.
Otra posibilidad, a la del buen estado del camino (a dia de hoy) es ascender con el coche hasta los depósitos de agua o incluso hasta el alto del Crucero, y desde ahí afrontar el recorrido hasta Riba teniendo en cuenta que el camino de regreso representa un ascenso de unos 900 metros. Por último, una opción sugerida en algunos folletos es empezar directamente desde Riba y concluir en Hoyo Masayo, de modo que el ascenso se reduce a unos 700 metros y el regreso es descenso, lo cual siempre se agradece; aunque nos perderemos las vistas de la parte más alta.
En general la señalización es buena, mediante pintura blanca y amarilla y algunas estacas, y está situada en los puntos clave, aunque en algunos momentos puede parecer escasa. Track (el de la ruta completa, no el que hice yo):


viernes, 23 de octubre de 2009

La Gándara

Una vez superado el collado del Asón, la carretera continúa en dirección al Puerto de la Sía pero podernos desviarnos a la izquierda hacia el muy montañés Valle de Soba.

Probablemente la población de mayor interés es la primera que los encontramos: La Gándara, que recibe el nombre del río que recorre todo este valle.
Lo primero que nos encontramos al acercarnos al pueblo son dos excelentes, aunque pequeñas, muestras de dehesas de robles, con ejemplares de gran tamaño.

En medio de la segunda de ellas se situa el Centro de Interpretación de los Collados del Asón. Además del material expositivo, Aquí os podrán informar ampliamente de las posibilidades para recorrer este parque que, Groso modo, comprende el espacio comprendido entre la cuenca alta del Asón y la Cuenca alta del Miera, entre los puertos de La Sía y Lunada. (increíblemente siguen sin tener una página web decente).
Al final del bosquecillo nos podremos acercar a una plataforma desde la que se tiene una excelente vista de la cascada del Asón. Yo fui en pleno verano y la verdad es que no es lo mismo.
Hacia el otro lado, vista parcial del valle de Soba.
Y hacia el norte, las elevaciones conocidas como Mazo Grande y Mazo Chico, hacia las que nos dirigiremos en nuestra próxima ruta de senderismo.

jueves, 22 de octubre de 2009

Collados del Asón

Desde Arredondo, río arriba, el Asón se interna en una profunda garganta (de alrededor de mil metros) que sugiere un origen glaciar, si bien los expertos certifican un origen fluvial. Es el inicio y parte más conocida del parque Natural Collados del Asón.

Podemos tener una vista sencilla, muy interesante y poco conocida, desde la carretera que desde Arredondo asciende a Socueva.
Adicionalmente, en este pueblo de nombre representativo, se encuentra una ermita rupestre de origen prerrománico en la pared que se eleva espaldas del pueblo. Si queremos acercarnos recomiendo preguntar en el pueblo (yo lo intenté por mi cuenta y no la localicé o, mejor dicho, me indicaron el camino cuando ya estaba de regreso al pueblo. (mas info, aquí).
Pero, en todo caso, lo suyo es seguir remontando la carretera principal, pasar por el pueblo de Asón, y llegar al aparcamiento de los collados del Asón. Desde este punto se tienen muy buenas vistas del valle y sobre todo de la cascada que constituye el nacimiento más conocido del río. Lo cierto es que, entre que no era la hora del día más adecuada, y que lo visité en pleno verano, las fotos no son muy allá, pero podéis informaros algo más aquí, por ejemplo, donde se describe una sencilla ruta de senderismo que remonta este tramo del río (recomiendo en todo caso empezar en el pueblo de Asón).

miércoles, 21 de octubre de 2009

Arredondo: La Capital del Mundo

Continuando rio arriba por rio Asón llegamos al enclave y municipio de Arrendondo. Esta localidad, en una encrucijada de profundos Valles, se ha autodenominado tradicionalmente "La Capital del Mundo".
Tal nombre, aparte de su claro perfil narcisista, tiene su origen en el hecho de que durante un tiempo muchas personas naturales del lugar emigraron hacia los cuatro puntos cardinales.
Sin duda el monumento más característico de Arredondo es su original, y de estilo inclasificable, iglesia de San Pelayo, construida a expensas del Indiano Antonino Gutierrez Solana a finales del siglo XIX. Al parecer, el benefactor quiso imitar dos de los edificios que más le habían impactado: el congreso de los diputados y el faro de cabo mayor, que pasaron a ser en este modelo respectivamente templo y campanario.
Hay quien dice que cuando se diseñó el campanario el mecenas tenía la ilusión de que se viese el mar desde lo alto, idea idea que porvoca aún más la sonrisa absurda cuando se contempla la geografía del lugar.
Como dato adicional, indicaremos que en Arredondo existe un interesante y visitable Centro Ictiológico, si bien la visita únicamente se puede realizar en la modalidad concertada y en horarios restringidos.

martes, 20 de octubre de 2009

Ogarrio y Riba

Aunque no tan imponentes ni tan bien conservadas como en el caso de Valle, estos dos núcleos de Ruesga tambien conservan algunas antiguas casas señoriales, como esta de Ogarrio.

O esta de Riba

El paisaje de Ruesga aparece cerrado al sur por la Sierra del Hornijo, que le separa del valle de Soba (recorreremos parte de dicha sierra en una ruta de senderismo).
Por último citar en Ogarrio esta portada gótico flamígera de cierto interés.

lunes, 19 de octubre de 2009

Valle

Desde Ramales seguimos el curso del Asón, que gira hacia el interior de Cantabria integrándose en el municipio de Ruesga.

Dentro de este municipio, el primer (y probablemente el mejor) núcleo de interés con el que nos encontramos es la localidad de Valle, en el que destaca la Torre de la familia del mismo nombre, hoy convertida una vez más en establecimiento hostelero de lujo. Destaca la decoración pintada de la fachada principal y un original mirador de madera.
En la localidad hay algunos edificios imponentes adicionales, especialmente uno enorme que espera recibir tan buen trato como los anteriores (dos últimas fotos).