Tras dejar atrás Novales llegamos al municio de Reocín, cuya capital es Puente San Miguel. Esta localidad tiene ya cierto tamaño, debido a su cercanía con Torrelavega y a la presencia de una planta de Bridgestone.
Aún así aún conserva cierto encanto rural en las calles más céntricas. Junto a los mismos encontramos el pequeño parque de La Robleda, en el que se levanta la casa de Juntas la que se reunían los representantes de los nueve Valles: Alfoz de Lloredo, Cabezón de la Sal, Cabuérniga, Camargo, Cayón, Penagos, Piélagos, Reocín y Villaescusa, en lo que tradicionalmente se ha considerado el germen de la provincia de Santander y lo que hoy conocemos como Cantabria.
Aún así aún conserva cierto encanto rural en las calles más céntricas. Junto a los mismos encontramos el pequeño parque de La Robleda, en el que se levanta la casa de Juntas la que se reunían los representantes de los nueve Valles: Alfoz de Lloredo, Cabezón de la Sal, Cabuérniga, Camargo, Cayón, Penagos, Piélagos, Reocín y Villaescusa, en lo que tradicionalmente se ha considerado el germen de la provincia de Santander y lo que hoy conocemos como Cantabria.
A las afueras de la localidad, en realidad camino de Novales, encontramos la portada de acceso a la Finca de la Familia Botín. Declarada Jardín Histórico debido a los expecímenes vegetales existentes, su visita es posible, aunque compleja. Creo recordar que sólo abre los primeros miércoles de mes, y siempre mediante cita previa.
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