Recorremos en esta ruta la cabecera de este humilde río entre cuidadas
praderías. En todo caso el mayor valor del trayecto son las espectaculares y poco conocidas vistas de
la franja central de Cantabria.
Dificultad: Alta
Orientación (sin GPS con track o cartografía): fácil
Belleza: Alta
Tiempo y distancia: 4 horas
y 15 kilómetros
Situación.
La ruta comienza desde el
interesante pueblo de Esles de Cayón. Para llegar a este lugar tomaremos la A-8 en dirección a Bilbao
hasta la salida en dirección a Sarón. Siguiendo las señalizaciones llegaremos a
este pueblo, el cual atravesamos enlazando con Santa María de Cayón. Al final
de los edificios encontramos el desvío que en unos 6 kilómetros
adicionales nos lleva a Esles.
Puntos de Interés
Casonas y palacios de Esles.
Prados. Vistas sobre los principales paisajes de la zona.
Descripción de la Ruta
Merece
la pena dedicar un rato a ver los palacios y casonas del interesante pueblo de Esles. Para empezar a andar tomaremos como referencia el punto en el que
se unen las tres carreteras que llega al pueblo. Aquí encontramos una pequeña
capilla. Una vez junto a la misma la bordeamos por la izquierda, pasando junto
a unos contenedores y tomando la calle que sigue a continuación.
De
este modo salimos pronto del pueblo, pasando junto a una fuente con pilón.
Empezamos a ascender entre cuidados prados dejando atrás algunas casas-granja. En
los cruces de esta primera parte elegiremos la carretera ascendente y la que se
encuentra en mejor estado. De este modo ignoraremos un primer ramal a la
derecha y luego varios a la izquierda. Mientras tanto tendremos vistas cada vez
más amplias del valle de Esles, cerrado al fondo por la sierra de Caballar.
Tras
los cruces indicados entramos en el pequeño pero interesante hayedo de Esles.
Está formado por hayas y robles un tanto dispersas pero robustos. Pronto
dejamos atrás un nuevo cruce a la derecha y, justo en el punto en el que la
carretera vuelve a salir del bosque, encontramos un camino en mal estado pero
bastante marcado en el lado derecho. Tomando el mismo ascendemos de nuevo
rodeados de árboles.
Pasado
un tramo salimos definitivamente del bosque mientras que a la derecha empezamos
a tener unas vistas cada vez más amplias de todo el valle del Pisueña. Esles
aparece cada vez más abajo. Pronto llegamos a una nueva pista asfaltada, pero
nosotros tomamos un camino que surge inmediatamente a nuestra izquierda.
Pasamos por una zona de pinos de repoblación bastantes dispersos. Por aquí los
prados están en un estado más descuidado y apenas se ven algunas cabañas.
Pronto
observamos la cabecera del Suscuaja, en la que se echan en falta arbolado
autóctono. Apenas se ven algunos pinos en el mismo cauce. Por encima de los
mismos se encuentran unas lomas cubiertas de prados de montaña. El camino sigue
ascendiendo más y más, a lo lejos ya se observa claramente la franja costera y
los montes que cierran Cantabria por el sur.
Tras
dos cambios de dirección, en los que el camino va empeorando cada vez más
llegamos a un collado en donde se observan ya las cumbres que rodean a Castro
Valnera. En este punto bordeamos una loma más empinada y llegamos a un nuevo
cruce en donde seguimos por el sendero de la derecha, el más marcado. Una nueva
curva nos lleva por fin al cordal que separa el valle del Pisueña del valle del
Miera. El valle del Miera muestra una geología mucho más marcada. En primer
plano observamos el macizo de las Enguinzas, mientras que a lo lejos vemos las
grandes cimas: Porracolina, Picón del Fraile y Castro Valnera.
Para
continuar subimos a la loma del lado izquierdo, el Somo de Noja, que en
realidad se compone de dos cimas consecutivas. Aquí estamos a 840 metros de altitud,
600 por encima de nuestro punto de partida. Desde la segunda cima se observa
mejor la franja costera. Se identifica claramente Peña Cabarga, a cuyos lados
se observa una parte de Santander, la península de la Magdalena y la playa del
Puntal. A lo lejos vemos otros paisajes como Santoña y el Monte Buciero.
Empezamos
a descender mientras observamos a nuestra derecha dos pequeñas presas conocidas
como Los Pozos de Noja. El nuevo camino desciende por una primera arista, pero
tomaremos un primer cruce hacia la izquierda. Al poco seleccionaremos una
segunda opción de descenso, hacia el lado derecho, por una rampa considerablemente
empinada que deberemos bajar con mucha precaución.
Pasado
este primer tramo el descenso es mucho más cómodo y moderado. A nuestra derecha
vemos el amplio caserío de Liérganes. Al poco llegamos a una zona de cabañas de
corte rústico, en realidad estamos en la zona más norteña de todo el poblamiento
pasiego. Superamos una primera portilla ganadera y al poco tomamos un nuevo
desvío a la izquierda. El sendero se une a un camino más marcado, mientras que
el pueblo que vemos ahora más cercano es el de Los Llanos. Muy cerca observamos
una alta torre meteorológica.
Pasamos
una segunda portilla. Al otro lado de la misma buscamos el camino que se dirige
más directamente a la torre. Desde la misma el camino mejora claramente y se
dirige a una plantación de eucaliptos (tan cerca de la costa era difícil
liberarse de los mismos). Tras un tramo de descenso en el que trazamos varias
curvas llegamos a un cruce. Hacia la izquierda probablemente haya un descenso
más directo a Esles, pero nosotros seguimos hacia la derecha.
Al
poco llegamos a una carretera asfaltada. A la derecha seguiría el recorrido
oficial descendiendo hasta Lloreda, pero nosotros decidimos recortar siguiendo
hacia la izquierda. Así descendemos entre casas sueltas y prados muy cuidados
mientras observamos no muy lejos el pueblo citado y, más de frente, una loma
suave en donde se encuentra la ermita de San Vicente. En la parte final del
descenso enlazamos hacia la izquierda con otra pista ya junto al curso del rio
Suscuaja (también llamado Parayas). Si hubiéramos llegado hasta Lloreda enlazaríamos
en este punto.
Seguimos
esta pista que acaba repentinamente junto a una valla y una casa. Tras
meditarlo un poco decidimos pasar la valla y seguir el recorrido por un prado
hasta alcanzar el río (en este momento completamente seco). Al otro lado nace
un camino que al poco desemboca en otro que seguimos hacia la derecha. Se
asciende un poco hasta llegar a una nueva carretera. Tomamos la misma hacia la
derecha y ya sólo nos queda seguirla unos minutos hasta llegar al pueblo de
Esles.
Comentarios
El
recorrido se corresponde básicamente con el sendero de pequeño recorrido
PR-S-58, pero recortando el tramo de aproximación hasta Lloreda. El paso
“delicado” del final de la ruta sólo se podría evitar recorriendo el tramo
entre Lloreda y Esles por carretera con su correspondiente puertecito. Otra
alternativa sería descender a Esles desde el cruce que aparece al terminar el
bosquete de eucaliptos. Consultada la cartografía parece haber un camino
bastante definido.
Track de la ruta (pulsa en el círculo verde para más información)
Vídeo con fotos de la ruta (en la mitad contiene un enlace hacia un vídeo panorámico)
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