miércoles, 30 de septiembre de 2009

Castro-Urdiales

Unas pocas imágenes de mi visita relámpago a Castro-Urdiales.

El Puerto, el castillo y la Iglesia...
...la playa...
...y un palacio.

martes, 29 de septiembre de 2009

Torrelavega y la belleza

A todo aquel que pase por Torrelavega por primera vez, e incluso varias veces, le resultará dificil encontrarle la belleza a esta localidad; e incluso es bastante probable que busque en su memoria imágenes urbanas menos agradables que esta.
Sin entrar en comparaciones que se situarían dentro del ámbito de lo subjetivo, y aun considerando que la mayoría de la gente lo único que ve es su extraradio industrial, no se puede decir desde luego que esta sea una ciudad bonita. Que le vamos a hacer, otras ventajas tendrá. Los regidores de la localidad hacen esfuerzos por paliar esta situación, aumentando zonas verdes, mejorando mobiliario urbano...y vaya en su descargo que la mayor parte del "problema" les ha venido de antes y tiene difícil solución: industrial pesadas, vías de comunicaciones, edificación masiva y de baja calidad...
Ante esta situación, algunos han tratado de hacer el chiste fácil, como cierto personaje que no merece la pena ni decir su nombre que publicó una serie de artículos supuestamente humorísticos basados en la fealdad de las mujeres de Torrelavega.
Pero lo que realmente llama la antención es que el propio Ayuntamiento, aquejado tal vez de cierto complejo de inferioridad, haya entrado al trapo denunciando a esta persona, con lo que lo único que ha conseguido es darle una notoriedad que de otra manera no hubiese tenido y hacerle, desde luego, un flaco favor a la imagen de la ciudad.
Había pasado ya algún tiempo y se estaba olvidando poco a poco la "anécdota" cuando nos desayunamos hoy con la noticia de que la alcaldesa de la ciudad esta "indignada" con una publicidad, elaborada con dinero público, incluido el del Gobierno de Cantabria, en la que se viene a decir que la gente de Torrelavega "ni es guapa ni tiene estilo, pero es muy agradable".
Desde luego parece que la frasecita está hecha a mala idea pero si vamos a la fuente original, que por cierto no es de hoy ni de ayer, sino de una feria celebrada en junio en el Reino Unido, la frase en cuestión es esta:
"The same happens to Torrelavega as to people who are not handsome or beatiful, and who do not dress stylishly but, as a matter of personality, it is still pleasant to be with then."
Cuya traducción algo más correcta podría ser: "A Torrelavega le pasa lo mismo que a la gente que no es ni guapa ni viste con estilo, pero que, en lo que se refiere a personalidad, ofrecen una compañía agradable".
Desde luego la frase sigue sin ser la mas afortunada sabiendo de la especial sensibilidad sobre el tema en esta ciudad. Sobre las intenciones reales del autor, sigo sin ver claro si eran buenas al intentar ofrecer una metáfora sobre las cosas bellas ocultas tras un exterior poco alentador, o una mala baba extremadamente retorcida.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Rioseco

Siguiendo con nuestro periplo hacia el vértice oriental cántabro, el siguiente municipio con el que nos encontramos es Guriezo, en que destaca el espectacular paisaje de la Ría de oriñón, El aislado enclave de la Ermita de las Nieves, la ferrería de la Yseca (teóricamente en el Pueblo de La Magdalena, pero no encontré carteles indicativos) y el conjunto de la Iglesia y Palacios de Rioseco, que mostramos hoy.

La iglesia de San Vicente de Rioseco destaca por su monumental portada-retablo, excelente ejemplo de cantería del siglo XVII.

Justo bajo la loma sobre la que se levanta la iglesia encontramos, entre otras, la llamada casa-pinta.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Ruta de senderismo: Monte Candina

El macizo del Candina destaca por su cercanía al mar y por las formaciones calcáreas, cubiertas de lapiaces y dolinas. Pero la mayor peculiaridad radica en que dispone de las únicas buitreras situadas directamente sobre el mar, al estar los farallones rocosos directamente situados sobre el mismo. Lo escarpado del monte le hace parecer más alto de lo que es en realidad, ya que con sus 470 metros es sensiblemente más bajo que el cercano monte Cerredo (más de 600 metros).
Dificultad: Media
Orientación (sin GPS con track o cartografía): Media
Belleza: Normal
Tiempo: 3,5 horas (7 KM)

Situación.
Por la autovía A-8 dirección Bilbao. Tras pasar las salidas a Laredo, y ya en el macizo del Monte Candina, tendremos la salida a Oriñón-Liendo (km 164). Seguimos un par de kilómetros por la carretera vieja y vemos un espacio a nuestra carretera cuyo origen está en un antiguo tramo de carretera y habilitado como lugar de aparcamiento.

Puntos de Interés
Macizo del Candina. Hoyas. Alto Candina. Vistas sobre el mar. Los Ojos del Diablo. Buitreras.

Descripción de la Ruta
Desde este lugar de aparcamiento, más bien al final del mismo, hemos de identificar una senda que se introduce en la espesura de helechos con orientación perpendicular a la carretera, y que asciende de forma decidida por la vaguada situada al norte. Al poco superamos una portilla para el ganado y avanzamos por un sendero muy marcado y bastante empedrado entre encinas y carrascas.
Al cabo de unos 15 minutos de ascensión podemos tomarnos un pequeño respiro al llegar a un
pequeño collado. De Frente observamos un bloque rocoso (no es el Candina, aún queda mucho) y a nuestro pies una hondonada a la que hemos de descender siguiendo el camino.
En nuestro descenso vemos aparecer otra hoya a nuestra derecha aún más profunda.
Tras alcanzar la parte baja el camino vuelve a ascender por el otro lado de la vaguada, a medida que la vegetación arbustiva va desapareciendo y queda limitada a matorral, y gira hacia la izquierda hacia la parte inferior de un pequeño frente rocoso. Al final del mismo, el camino gira a la derecha para dejarnos contemplar una nueva hoya y un nuevo macizo. Contaremos otros 15 minutos desde el primer collado hasta este segundo.

Bordeamos la nueva hoya, ocupada por encinas por la parte sur, en dirección a un cartel explicativo destrozado y un panel señalizador que no nos sirve para la excursión de hoy. Continuamos bordeando ahora hacia el norte, en ligera ascensión y al poco, en las cercanías de un buen ejemplar de encina, el camino gira algo hacia la derecha y se introduce por un paso estrecho hasta llegar a una campa en la que pastan algunos animales domésticos.
El bloque montañoso se sitúa ahora más bien a la izquierda y hacia él sigue el sendero que por
momentos se difumina. Como orientación deberemos seguir la vaguada por su parte izquierda, en ligera ascensión y casi sin cambiar de dirección respecto a la que traíamos.

Si no nos hemos equivocado llegaremos a una zona en la que aparecer restos de grandes muros de piedra que parecen un yacimiento arqueológico y que en realidad se tratan de los restos de una antigua explotación minera. De frente tenemos las primeras vistas sobre el mar, aunque aún con impedimento de la última parte del bloque montañoso.
Siguiendo por la senda llegamos a lo que era el antiguo camino de servicio de la explotación minera y lo tomamos hacia la izquierda ascendiendo unas decenas de metros hasta llegar al punto donde tenemos la vista general del macizo de Candina. Una especie de circo pedregoso en la que el monte Candina aparece hacia el noroeste, identificable por el vértice geodésico. Por la izquierda podremos identificar la senda por la que volveremos al regresar de nuestro recorrido circular y a la izquierda una ruta marcada con pintura amarilla que recomiendo ignorar ya que aunque conduce a unas vistas espectaculares el avance es muy dificultoso y podremos disfrutar de vistas similares más adelante.

Continuamos por tanto por el antiguo camino minero en leve descenso hacia una hoya que constituye el fondo del monte Candina. Al cabo de unos centenares de metros podremos descubrir en la ladera derecha unas grandes oquedades conocidas como Ojos del Diablo.
Desde el final del camino es muy fácil desviarse hacia estas oquedades, desde las que tendremos inolvidable imágenes de la conocida como Ballena de Sonabía (entrante rocoso que se introduce en el mar) y sobre una gran extensión de perfil costero y marítimo, incluyendo el monte Cerredo que citábamos anteriormente. Los buitres e incluso algún alimoche son compañeros inseparables en esta zona, contrastando su vuelo sobre el azul del mar.

Desde este punto las rutas se difuminan existiendo varias opciones de continuar la ruta. La que se propone consiste en regresar hasta el punto donde termina el sendero minero y continuar prácticamente por el centro de la gran hoya, dejando la dolina más profunda a la izquierda. Si seguimos en esta dirección veremos casi de frente (un tanto a la izquierda) un pequeño depósito de plástico con agua para el ganado. Alcanzamos el mismo y podemos tomar dos opciones. Por la opción más al norte llegamos a un pico gemelo del Candina (e incluso unos metros más alto), y desde ahí llegamos a este último por el propio cordal.

La segunda opción es descubrir entre los helechos la senda que asciende directamente al Candina. Como referencia hemos de mirar la parte más alta de la hoya y contar 3 hayas de derecha a izquierda. La senda se dirige casi de forma directa hacia la central, pasa junto a la misma y alcanza el peñasco que constituye el Monte Candina.
Los paisajes que se ven desde este punto son muy amplios. Además de los valle interiores, tendremos una buena perspectiva del monte Cerredo y la costa vasca. Los ojos del diablo, la ria del Asón, escoltada por el puntal de la Salvé de Laredo y el monte Buciero de Santoña, y el valle de Liendo, sin excluir un amplio panorama marino.

Para continuar hemos de descender unos metros y seguir la senda principal de ascensión, con orientación sur y que desciende muy paulatinamente, y no hacia la hoya sino casi paralela al cordal hasta salir a una nueva hoya que no habíamos visto hasta ahora. Las aisladas marcas de pintura roja y blanca son de gran ayuda.
Continuamos por la parte superior derecha de la vaguada y llegamos a una zona de grandes rocas muy cerca ya del antiguo sendero minero. Tratamos de alcanzar el mismo por la senda correcta. Una vez conseguido, no queda sino desandar lo andado.

Comentarios

Puede parecer desproporcionada una medición de 3 horas para hacer 7 kilómetros pero hay que tener en cuenta que, en toda la ruta pero sobre todo al final, el suelo es muy pedregoso y dificulta el avance. En este sentido, también hay que tener cuidado de no arriesgarse a una torcedura de tobillo o alguna lesión peor.
Por otro lado, en el último tercio de la ascensión no es difícil perder el sendero. Relacionado con lo anterior, y teniendo en cuenta especialmente la abundancia de hoyas en la zona, es especialmente poco recomendable realizar esta ruta en caso de niebla, salvo que dispongamos de un gps con la ruta integrada o conozcamos previamente la zona.

Por último, hay que ser cuidadoso e incluso evitar el aproximarnos a los cortados en época de cría de los Buitres, que coincide aproximadamente con la primera mitad del año.


Track en wikiloc:

jueves, 24 de septiembre de 2009

Treto y Colindres

Todavía con la imagen en la retina del puente apenas vislumbrado, me decido a ir otro día con más calma. Resulta que este puente de la autovía sobre el estuario del asón no es el único.


No, hay otro más antiguo de hierro, por el que pasa todavía la antigua carretera nacional. Al parecer fue diseñado por el estudio de Gustave Eiffel y originalmente permitía su giro sobre el pivote central para dejar paso a las embarcaciones de mayor tamaño.

Ya aquí, nos acercamos a la cercana localidad de Colindres, más en concreto al barrio de san Juan, que es donde aún se conservan algunas casonas de interés y el templo que le da nombre.

martes, 22 de septiembre de 2009

El tren de las Marismas (y V)

La excursión termina con el ascenso al cercano Santuario de La Bien Aparecida, patrona de Cantabria, y centro neurálgico de las celebraciones del 15 de septiembre, día de la Comunidad.
Al parecer el nombre tiene relación sobre ciertas acusaciones que se plantearon a los descubridores sobre si la imagen era aparecida o robada, a lo que los mismos respondieron que era "aparecida, y bien aparecida".

Tras una corta visita, es hora de montar en el autobús con destino a la estación de Marrón, localidad en la que tomaremos el tren de regreso a Santander. Como despedida ahí va una imagen de la bella panorámica que se observa del puente de Treto con el Buciero al fondo.

jueves, 10 de septiembre de 2009

El tren de las Marismas (IV)

Tras el paseo en barco, aún nos da tiempo a un rápido recorrido por la Puebla vieja de Laredo...


...y a echar un vistazo a la parroquial de Santa María...


... antes de partir al Parador de Limpias para comer (por cierto nada del otro mundo). Este parador o palacio de Eguílior, fue construido en el siglo XIX que fue propiedad del Conde de Albox y acogió varias reuniones del consejo ministerial durante el reinado de Alfonso XIII. Lo más destacado es sin duda su jardín, pues el aspecto del edificio, tanto interior como exterior, es un tanto ecléctico.




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EL FINAL DE LA SERIE TENDRÁ QUE ESPERAR UN POCO, HASTA EL VEINTITANTOS DE SEPTIEMBRE, PUES ME COJO UNAS CORTAS VACACIONES.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

El tren de las Marismas (III)

La siguiente parte del recorrido consiste en tomar un pequeño barco turístico en dirección a Laredo, pero con acercamiento a varias zonas de interés, como son:

- El puerto de Santoña...

- El Monte Buciero...



- Los restos de los fuertes de época napoleónica...



- Los acantilados de dicho monte, incluida la peña del Fraile...


- El espectacular emplazamiento del Faro del Caballo...- El Monte Candina...


- Algunas estampas de mar...
- Y la playa la Salvé, de Laredo.

martes, 8 de septiembre de 2009

El tren de las Marismas (II)

La excursión continúa, tras acceder a Santoña por la carretera que cruza las marismas, con una didáctica visita a una fábrica de elaboración de anchoa en conserva, tras la cual podremos adquirir productos mas caros que en los comercios habituales y luego se deja un tiempo de visita libre por la zona del paseo marítimo.



Lo más recomendable, además de pasear un poco por el borde del mar, es acercarse a la iglesia de Santa María del Puerto, imagen de gran devoción marinera. Con un poco de suerte encontraremos la iglesia abierta, lo cual merece la pena ya que el interior es con mucho lo más interesante de esta iglesia protogótica del siglo XIII.

Las sencillas pero ya altas crucerías góticas se combinan con detalles heredados del periodo románico, como son unos bellos capiteles.




También son interesantes los retablos, especialmente el del altar mayor, del siglo XVI y tallado en madera y, sobre todo, el retablo de San Bartolomé, compuesto por tres calles de pinturas de autores flamencos.

lunes, 7 de septiembre de 2009

El tren de las Marismas (I)

La compañía de Ferrocarriles Españoles de via estrecha ("La FEVE"), para explotar algo más las líneas existentes, organiza una serie de recorridos turísticos por el Norte de España, consistentes en excursiones de un solo día a lugares de interés combinando el desplazamiento con tren de época y autobús.

Una de las opciones es el Tren de las Marismas (la otra es el Tren del Soplao), respecto al cual cabe decir, antes que nada, que el precio es un tanto elevado para el paquete que se ofrece. No obstante esto no significa que no merezca la pena conocer cada uno de los lugares que se visitan y que iré mostrando de manera resumida en los próximos post.

Se parte de la estación FEVE de Santander en un tren de mediados del siglo XX, con bonito mobiliario interior aunque nada del otro mundo, para llegar a la estación de Gama; en donde nos recoge el autobús para llevarnos a la primera parada el día, el molino de marea de Jado, en la localidad de Argoños.

Resulta curioso conocer, ahora que está de moda hablar del aprovechamiento de la energía de las mareas, que ya hace siglos se utilizaba esta forma de energía para la molienda, especialmente de maiz. Los molinos de marea son construcciones que están asociadas a pequeñas lagunas o lenguas de mar situadas detras de las mismas según se mira desde el mar.

Explicado el funcionamiento de manera muy simple, el molino disponía de un sistema de compuertas, mediante el cual se permitía la entrada de agua en dichas cubetas durante la pleamar hasta que la misma alcanzaba la cota máxima, momento en que se cerraban las compuertas. Luego, en el punto más bajo de la bajamar se abrían otras compuertas para la caida del agua hacia las palas del molino; funcionando de esta manera de forma discontinua.

Se han llegado a contabilizar más de treinta molinos de marea funcionando en el siglo XVII en toda la costa de Cantabria, la mayoría de los cuales han desaparecido o se encuentran muy deteriorados; aunque aún son visitables unos cuantos especialmente en esta zona de la costa.


Dentro del edificio del molino podremos ver dos de las siete maquinarias que compusieron el molino original. Tabmién hay una sección explicativa de las artes pesqueras y unas vitrinas con maquetas de barcos de diferentes épocas, realizadas y donadas por un vecino de la zona.

(continuará)
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Respecto a la ruta de senderismo publicada el pasado viernes, en los próximos días la completaré con la imagen del trazado en WIKILOC.