lunes, 30 de noviembre de 2009

Iglesia románica de Rioseco

Os pongo hoy algunas imágenes más de la iglesia románica de Rioseco.





Como véis la decoración es bastante simple pero la impresión general es bastante armónica. Una descripción más detallada, junto con bastante más fotos, la encontráis en la página de Círculo Románico.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Ruta de senderismo: El collado Paguenzo

Desde Campoo de Yuso dejamos para un futuro la exploración de la comarca de Campoo-Los Valles, y empezamos a explorar el Valle del Besaya, muy antropizado en su último tramo pero con aún con valiosos lugares como veremos en este y próximos posts.

Dificultad: Media
Orientación (sin GPS con track o cartografía): Media
Belleza: Normal
Tiempo: 4 horas (15 KM).


Situación.

Por la autovia A-67 hasta la salida de Santiurde de Reinosa. Tomamos la carretera Nacional en dirección Santiurde (norte) y al cabo de un par de kilómetros alcanzamos dicha localidad. Subimos a la parte alta del pueblo, pasar bajo el ferrocarril, y aparcamos junto a la iglesia, fácilmente distinguible por su tamaño y su color blanco.

Puntos de Interés

Bosque de caducifolias, Barranco de Santiurde, Valles del Besaya y tributarios, Valle del alto Argoza, prados de pasto. Iglesia románica de Rioseco.

Descripción de la Ruta

Ruta agradable por el alto Besaya, alejado de la antropización que sufre kilómetros río abajo. Se conservan bellos parajes rurales y bonitos bosquetes de caducifolias. Esta ruta se corresponde con el sendero de pequeño recorrido PRS-30.

Desde la iglesia continuamos unos metros ascendiendo por la carretera hasta alcanzar la primera curva a la derecha, en donde vemos una casa con el cartel La Ermita, 42.

Tomamos el camino que nace en este punto pero al cabo de unos 10 metros giramos a la derecha, para avanzar unos 100 metros por un camino poco marcado entre dos muretes de piedra. En este punto giramos a la izquierda para abandonar finalmente la localidad.

En estos primeros metros el camino discurre entre pequeños prados delimitados por muretes de piedra y alambradas. De frente tenemos el viaducto de la autovía y unos metros por debajo el arroyo del barranco Santiurde.

Cuando llegamos a la altura del viaducto tenemos una primera panorámica del frondoso bosque que cubre la ladera sur del barranco Santiurde. Tras superar casi consecutivamente tres vallas el sendero se introduce decididamente en el bosque de ribera, ya junto al arroyo.

A partir de aquí el recorrido discurre durante aproximadamente medio kilómetro por este cerrado y bello bosque, junto al cantarín riachuelo que hemos de cruzar en varias ocasiones.

En un determinado momento el río baja mucho su caudal y enseguida vemos una cavidad en la parte izquierda, la surgencia de San Martín, que dependiendo de la estación tendrá o no agua. Teniendo esta referencia hemos de retroceder unos metros hasta el otro lado del río, y buscar una senda que asciende por la ladera norte.
Esta senda conduce a un tramo despejado de árboles, en donde abundan los helechos. Como es fácil perder el camino pese a las señales amarillas y blancas, la referencia será ascender de manera aproximadamente perpendicular al río, aunque ligeramente hacia la izquierda.

De esta manera llegaremos a una zona algo más llana en la que hemos de detectar unos metros a nuestra derecha la estaca que nos indica la continuación del recorrido.

Desde este punto abordaremos un brusco descenso en dirección a un barranco secundario en el que crecen grandes ejemplares de haya. Esta es una tónica general de la zona, la parte más pronunciada de los barrancos y más cercana a los cursos de agua conserva el arbolado mientras que el resto aparece cubierta de pastos o estratos arbustivos.


Tras alcanzar la parte más baja el sendero gira hacia la derecha y asciende suavemente hasta tomar un sentido prácticamente opuesto al que hemos seguido por el barranco. Es buen momento para detenerse a contemplar una perspectiva general del mismo.

Avanzando por un tramo de vegetación mucho más escasa y abierta llegamos a un lavadero con fuente de la que podremos beber.

En este punto, muy cercano a Santiurde, nos incorporamos a un cruce de caminos mucho más marcados en los que una señalización nos indica que hemos de seguir por la derecha y al poco abandonar el camino recién escogido para tomar otro más difuso también por la derecha.

En definitiva, esta serie de cruces nos permite continuar en la misma dirección que traíamos pero algo más elevados.

Este sendero, que avanza entre praderías naturales, llega a un punto donde traza una amplia curva de casi 180 grados de modo que continuaremos ascendiendo pero esta vez en dirección contraria.


Tras atravesar una zona en la que el arbolado originario parece estar recuperándose, el camino, que va girando paulatinamente hacia la derecha, nos permite contemplar una vista del cordal de la divisoria Saja-Besaya.

Poco después el camino gira aún más y parece desaparecer en una zona muy abierta. Si prestamos atención, veremos en la loma de enfrente de nosotros una alambrada hacia la que nos dirigiremos aunque no localicemos sendero a tal efecto.


Tras este esfuerzo alcanzamos la alambrada, que como vemos desciende durante varios kilómetros de forma perpendicular al cordal de cumbres. Junto a la misma discurre un camino que tomamos unos centenares de metros en dirección ascendente hasta una zona llana con bellos prados, la braña la Gándara, en los que parece difuminarse. En este punto nos acercamos a la alambrada para localizar una portilla por la que atravesarla.

Ya en el otro lado, vemos la parte alta de la cuenca del arroyo de los Duesos, formada por tres canales, y con un poco de atención el camino que hemos de tomar, unos 50 metros por debajo de la línea de cumbres y atravesando algunas zonas arboladas.
Tomamos el camino que nace en este punto y se dirige hacia la zona indicada, aún en ascenso. Durante este tramo podremos tener agradables perspectivas tanto del bosque que crece a nuestros pies como del que crece a los lados del camino, formado por esbeltos ejemplares de haya.
De esta manera y sin demasiadas dificultades, alcanzaremos el collado Pagüenzo, a 1067 metros y punto culminante del recorrido, tras unos 7 kilómetros de recorrido total.
Desde aquí, y al otro lado de una nueva alambrada, podemos tener una perspectiva de la cuenca del rio Argoza, tributario del Besaya, y ya perteneciente al parque natural Saja-Besaya.

En el recorrido de hoy no cruzamos esta alambrada sino que continuamos por el mismo camino que al poco gira a la derecha para iniciar un rápido descenso, esta vez por una ladera despejada.
Al cabo de un kilómetro gira hacia el norte y tras atravesar un área algo más arbolada, desde la que la podemos ver el pueblo de Rioseco, llega a una nueva braña desde la que se divisa una nueva cuenca secundaria del Besaya.

Desde aquí, y tras dejar a un lado una charca para el ganado, un nuevo camino desciende hacia la derecha y al poco alcanza una nueva braña a una cota algo inferior. Antes de llegar a esta última pasamos junto a un cartel indicativo de la ruta, punto desde el cual deberemos avanzar por la pradera en sentido descendente hasta localizar una nueva estaca junto a la que ya se dibuja un camino que desciende hacia el pueblo de Rioseco.
Tras varios zigzags se alcanza el fondo del vallejo, y se continúa por el mismo en sentido descendente. A partir de aquí hay varios cruces, que en general implican incorporarse a caminos más marcado, en los cuales no hemos de cambiar de dirección, sirviéndonos como referencia adicional la espadaña de la iglesia.

Alcanzamos el pueblo incorporándonos a su calle principal que deja la interesante iglesia románica un tanto a la izquierda. De este modo alcanzaremos una especie de plazuela en la que muere la carretera de acceso al pueblo y hay un gran pilón con fuente en la que saciar nuestra sed. Habrán sido algo más de 4 kilómetros desde el collado Pagüenzo hasta este punto.

Para continuar hemos de seguir esta calle principal hasta abandonar el pueblo (no olvidar acercarse a contemplar la bella iglesia románica) pasando junto a una gran nave ganadera. La calle se transforma en una carretera que constituye un segundo acceso al pueblo. Por tanto a partir de aquí hemos de caminar por la izquierda y con cierta precaución. Avanzamos con rapidez y comodidad por este nuevo tramo hasta las cercanías de la autovía.
Este nuevo trazado ha alterado un tanto la fisonomía de los caminos por lo que hemos de improvisar (para otras alternativa, ver sección de comentarios).

Continuamos por la carretera de forma paralela a la autovía y tras un breve ascenso (en la publicación original se citan los restos de una ermita, que parece haber pasado a mejor vida con al construcción de la infraestructura) alcanzamos una rotonda de incorporación a la misma. En todo caso seguimos de frente por una pista en peor estado y ascendiendo de nuevo hasta alcanzar el viaducto. Punto desde el cual la pista gira a la izquierda para pasar bajo el mismo. Apenas unos metros más adelante llegamos a Santiurde y siguiendo los zig-zags descendentes de la carretera (podemos acortar en alguna calle) llegamos hasta nuestro vehículo.

Comentarios
La ruta no presenta dificultades físicas. Se parte casi de 700 metros y la cota superior es de 1070. No hay tramos de fuerte desnivel ascendente, salvo cortas rampas. El tramo más cercano al barranco Santiurde estará casi con seguridad embarrado en algunos sectores y cruzar el río puede representar alguna dificultad.

No debemos confiar en demasía en las marcas de pintura amarilla y blanca, ya que no son demasiado abundantes, aunque la señalización si suele estar situada en puntos estratégicos. Por otro lado, y en caso de presentarse niebla la orientación puede verse dificultada seriamente, pues muchas referencias se toman a larga distancia. En este caso es recomendable no realizar la ruta

(por otro lado si no podemos ver los paisajes pierde mucho interés).

Para el tramo final, y una vez completado el recorrido creo que puede ser mejor otra opción: Aproximadamente un kilómetro después de abandonar Rioseco vemos dos túneles que pasan bajo la autovía. Es muy probable que tras el segundo de ellos siga el camino que, tras girar a la derecha y pasar bajo otro túnel, conduzca hacia Santiurde sin mayores complicaciones. También

es posible que si pasamos bajo el túnel a la altura de la rotonda encontremos una senda que permita incorporarse a este trazado en su tramo final. En todo caso, no creo que la diferencia entre una opción u otra vaya más allá de los 500 metros.
Track:


miércoles, 25 de noviembre de 2009

Ruta de senderismo: El vallejo Rucandano

Aunque no se puede decir que le haya sacado mucho jugo al paisaje otoñal, al menos pude realizar en el momento adecuado la ruta que hoy os presento.

Dificultad: Media
Orientación (sin GPS con track o cartografía): Media
Belleza: Alta
Tiempo: 4 horas (13,5 KM).


Situación.
Desde Santander tenemos dos opciones. Por la A-67 podemos llegar a Reinosa y en este punto Tomar la carretera C-6318, que circula por el lado norte del embalse del Ebro, durante unos 15 kilómetros. Poco antes de llega a La Población tenemos el cruce a mano Izquierda que nos lleva en unos dos kilómetros al pueblo de Lanchares. Otra opción, que es más recomendable si vamos desde Burgos, es seguir la N-623 hasta la base del puerto del Escudo. Desde aquí, tras pasar por Corconte y La Población, llegamos en poco más de cinco kilómetros al punto indicado.

Puntos de Interés
Vistas sobre el embalse del Ebro. Prados. Robles monumentales. Hayedos y robledales. Discurrir por el vallejo Rucandano. Vistas sobre el embalse de Alsa y el Pico Jano.

Descripción de la Ruta

La ruta que se va a describir nos va a permitir hacernos una idea del entorno del embalse del Ebro por su parte norte, con sus prados y sus buenas manchas de árboles caducifolios. También del tránsito desde esta cuenca a la del Besaya, a través del ondulado y muy desgastado perfil de la sierra del Escudo.

Aparcamos el vehículo a la entrada del pueblo, en un punto muy fácilmente identificable al existir dos descomunales ejemplares de Roble. Tas contemplar su estampa tomamos la calle que nace a la izquierda de los árboles, retrocediendo unos metros y avanzamos por el alargado caserío del pueblo por una calle que pasa bajo el edificio de la Iglesia, y un poco más adelante deja a la derecha una casa con portalada.

En este punto el asfalto se convierte en camino y se dirige hacia unos muy cercanos depósitos de agua. El camino pasa junto a uno algo más antiguo y deja a su derecha otro más moderno a su derecha.
Continuamos en una ascensión muy llevadera hasta aproximarnos a un bosque mixto de hayas y Robles, que en un principio parece extenderse por el vallejo que desciende a nuestra derecha y que será por el que discurra el camino de regreso.


Pero en este momento, el camino parece bordear el hayedo por su parte superior, dejándonos contemplar bonitos ejemplares de acebo. Al poco, cambiamos de vertiente y empezamos a descender zambulléndonos sin solución de continuidad en este precioso y umbrío bosque.

Tras un buen tramo de solaz por este recorrido (debemos seguir siempre las indicaciones y el camino más marcado) Llegamos, al cabo de unos 3 km de recorrido total, a un calvero en el bosque en los que el trazado parece difuminarse.


Una señal nos permite localizar la continuación del recorrido, un tanto hacia la izquierda, y convertido ya en una senda. Para ello hemos de cruzar una portilla e internarnos en un fragoso bosque en el que el árbol predominante pasa a ser el avellano silvestre, con su característica configuración en forma de ramilletes.

En realidad, nos estamos internando por el vallejo Rucandano, por cuyo fondo discurre un cauce casi siempre seco (de hecho en varios tramos la senda discurre por el propio cauce), y en su recorrido descendente.
Lo anterior nos ha de servir de referencia para no equivocar la senda a seguir. En especial deberemos evitar la tentación, aproximadamente a unos 500 metros de la portilla, de tomar una senda que sale del vallejo hacia la izquierda.

El bonito trayecto en ocasiones se hace dificultoso debido al barro, pero solventamos sin problemas los aproximadamente dos kilómetros existentes hasta la zona en que el bosque parece desaparecer repentinamente para dar lugar a una pradera en la que aquí y allá nacen aislados arbustos.
Desde aquí podemos ver la imponente mole del pico Jano (de frente) y otra, de menos altura a la derecha.

Tras avanzar unos 200 metros por este paisaje debemos estar atentos para localizar el marcado camino que nace a nuestra derecha. Es posible que aún nos ayude los restos de la antigua indicación que yace en el suelo.

Tomar el nuevo camino implica un giro de casi 180 grados, de modo que podremos contemplar el vallejo por el que acabamos de transitar desde una perspectiva elevada, y maravillarnos del extenso hayedo que se extiende sobre el mismo.
Tal vez sea momento de darse cuenta que este paisaje está amenazado por el proyecto de construcción de la Autopista 2 mares. A nuestra espalda tenemos una vista parcial del Embalse de Alsa, destinado al aprovechamiento eléctrico pero que sirve de apoyo para el aprovechamiento del agua del Ebro por parte de Cantabria.


Poco después al camino gira un tanto hacia la derecha y parece difuminarse en una pradera que nos conduce a otro pequeño bosquete de hayas, pero al alcanzar las mismas vuelve a mostrarse claramente. Este rodal se caracteriza por ejemplares de menor altura pero de mayor grosor, probablemente por un aprovechamiento ganadero más intensivo.

A partir de aquí el recorrido entra en su fase de ascenso más acusado, pero en todo caso no asfixiante, por un paisaje carente de arbolado pero no de belleza. Con el espectacular hayedo siempre a nuestra derecha.
En primer lugar afrontamos un zig-zag y el camino parece difuminarse poco antes de llegar a unas naves ganaderas de cierto tamaño. Para seguir hemos de ir en paralelo a la valla de piedra que surge a nuestra derecha.
Al final de la misma vuelve a aparecer el camino, giramos a la derecha, y llegamos a una especie de collado, a unos 1080 metros desde el que empezamos a ver un valle tributario del embalse de Alsa.

Si miramos de frente sin cambiar de sentido veremos la loma que constituye El Mojón. Ascendiendo hacia el mismo y luego girando hacia la izquierda veremos la marca de un antiguo sendero ahora invadido por los brezos. Continuamos en esta dirección, pudiendo ir en paralelo a la antigua senda cuando deseemos evitar los tramos más espinosos.

Enseguida llegamos a un punto en el que tenemos una gran vista del embalse de Alsa y el Pico Jano, con sendos bosques de hayas y pinos a nuestros pies.
En este punto el camino gira hacia la derecha, cruza una valla por una portilla, y empieza a descender internándose en un nuevo hayedo, por un camino en su primer tramo posiblemente embarrado. De esta manera, habremos bordeado El Mojón por su parte norte.

Este nuevo sendero continúa acompañado por una valla de alambre a su izquierda. Tras unos 300 metros la valla nos abandona en el punto en donde hemos de localizar la señal que nos indica el sendero por el que continuar: Hacia la derecha, en sentido descendente, y acompañados por un cauce, probablemente seco, a nuestra izquierda.
El fuerte descenso nos permite disfrutar de excelentes rincones en este nuevo hayedo. Una cerrada curva, unos 300 metros después, nos sirve para pasar al otro lado del arroyo y enseguida cruzar una nueva corriente.
El paisaje en este lado del vallejo va siendo cada vez más abierto y los robles empiezan a imponerse a las hayas.
Finalmente nos alejamos un poco del cauce y nos acabamos incorporando a un camino, punto en el que podemos disfrutar de nuevo de la vista del embalse del Ebro y observamos el pueblo de Lanchares a poco más de dos kilómetros.

Ya en la parte baja, el bosque nos despide con unos espectaculares ejemplares de roble para dar paso a una zona de prados bastante llana de manera que, siguiendo siempre el camino principal, llegamos al pueblo. Desde aquí basta con que sigamos la calle principal (en su parte inferior) para llegar al punto de partida.



Comentarios

La ruta se corresponde con el número 32 de los senderos de pequeño recorrido de Cantabria. La señalización es en general bastante buena, salvo en el tramo más despejado del recorrido.
Por ello, creo que no es recomendable realizar la ruta con niebla salvo que dispongamos de GPS con el track incorporado (en todo caso en esas
condiciones casi todas las rutas pierden la mayor parte de su interés).
Al final del post, el track de la ruta:



viernes, 20 de noviembre de 2009

Vertiente norte del pantano del Ebro

Desde la base del puerto del Escudo parte una bonita carretera, en muy buen estado, que bordea el lado norte del pantano del Ebro. El espejo de agua a un lado y las desgastadas montañas de la sierra del Escudo al otro, salpicadas de prados y de preciosos retazos de bosque autóctono de robles y hayas.
Los pueblos son interesantes, aunque no se puedan destacar en general demasiadas edificaciones singulares. Por ejemplo, en Corconte, además de algunas casas imponentes, tenemos el Centro de Interpretación del Embalse del Ebro.


Entre el material expositivo, tenemos una sección dedicada al agua en sus diversas facetas y otra con todo lo relacionado con el proyecto y construcción del embalse. En la parte superior hay un mirador dotado de potentes prismáticos, que nos permite acercarnos a la avifauna del embalse, aunque para este objeto creo es mucho más adecuado acercase al Centro Ornitológico del Embalse del Ebro, en la cercana localidad de la Población (no lo conozco directamente).
Antes tenemos este área recreativa al borde del agua.

Pasada La Población, podemos acercarnos a península de la Riva, donde disfrutamos de espectaculares estampas del Embalse.
Y desde aquí, hacia Lanchares, tenemos muy buenos ejemplos del paisaje que antes comentaba.
Al llegar a Lanchares nos encontramos con esta extraordinaria pareja de robles centenarios.

No nos movemos de este punto, pues desde aquí parte una ruta de senderismo que describiré en el próximo post.
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No habrá nuevos posts hasta el miércoles.





jueves, 19 de noviembre de 2009

Puerto del Escudo


Nos despedimos de momento de los valles pasiegos con esta bella imagen otoñal del hayedo de Resconorio tomada desde el puerto del Escudo. Por cierto, también hay una ruta de senderismo que recorre este vallejo.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Ruta de senderismo: El Arroyo Pandillo

Se me coló esta sencilla ruta de senderismo muy cercana a Vega de Pas. También forma parte de las rutas guiadas de la Red Cántabra de Desarrollo Rural, aunque en este caso se puede realizar por cuenta propia sin demasiadas complicaciones.

Dificultad: Baja
Orientación (sin GPS con track o cartografía): Media
Belleza: Alta
Tiempo: 2 horas (5 kilómetros)

Situación.

Desde Santander, por la N-623 en dirección Burgos. A la altura de Entrambasmestas tomamos la carretera hacia Vega de Pas. Desde su misma Plaza nace la carretera, hacia la derecha, que conduce a Pandillo (hemos de pasar el empedrado de la misma). Esta nueva pista está en excelentes condiciones, pero pasados unos 4 kilómetros hemos de seguir la indicación de un nuevo cartel, también a la derecha, por una pista bastante más estrecha. Unos 4 kilómetros adicionales nos conducen al final de la pista asfaltada y el comienzo de la ruta, en un lugar lo suficientemente amplio para aparcar.


Puntos de Interés


Vistas sobre el macizo del Valnera. Praderas. Cabañas pasiegas. Paisaje de ribera. Hayedo.
Descripción de la Ruta.
Sencilla ruta de aproximación al corazón de los Valles Pasiegos, en la que podremos contemplar ejemplos de las principales características de este paisaje. Valles empinados en forma de V, cubiertos de hierba o helechos, y culminados por macizos calcáreos (en concreto, el macizo más alto de Cantabria oriental, el del Valnera), con breves pero muy interesantes manchas de arbolado original, y partes más bajas caracterizadas por la presencia de cabañas pasiegas y vallas de piedra en seco.






El sendero ahora se interna rápidamente en un interesante hayedo, en el que abundan los ejemplares de talla excelente. La tendencia es claramente ascendente, aunque no implica especiales esfuerzos, y a alejarse un tanto del río. Tras una media hora de avance por el hayedo nos encontraremos con un vallado de alambre a nuestra derecha, que nos obliga a ascender unos centenares de metros más para, finalmente, cruzar dicha valla y emprender un prolongado y empinado descenso que nos deja, sin solución de continuidad, junto a nuestro vehículo.


Comentarios

La ruta se encuentra muy limpia y la señalización, con pintura blanca y amarilla, es bastante buena. No obstante deberemos estar atentos en muchos puntos para seguir el sendero correcto. No se contempla en esta descripción la aproximación a la cascada puesto que el día que se realizó la ruta no se esperaba tuviera mucho agua y el tiempo apremiaba.
Track:


Al cabo de aproximadamente 1 hora de camino volvemos a acercarnos al arroyo y pasamos junto a unas cabañas. Al poco, la señalización nos indica la continuación por el otro lado del valle, y nos da la opción de acercarnos a una cascada, por un sendero mucho menos marcado debiendo, en su caso, regresar luego hasta este punto.
Desde el punto de aparcamiento cruzamos al otro lado del arrollo Pandillo por un rústico puente de piedra. Desde aquí el sendero asciende en zig-zags durante unos 100 metros para luego dirigirse claramente en la dirección del valle, a media ladera del mismo. El paisaje de esta ladera está compuesto principalmente por helechos, si bien los robles están empezando a colonizarlo. Por el contrario la ladera contraria, por la que luego regresaremos, aparece tapizada por un excelente hayedo.


martes, 17 de noviembre de 2009

San Pedro de Romeral y el Puerto de la Matanela

Desde Vega de Pas se puede continuar rio abajo en dirección a Alceda y el curso medio del río, pero también posible desviarse, al poco de tomar este camino, en dirección a la tercera villa Pasiega, san Pedro de Romeral.
Esta localidad tiene un poblamiento bastante disperso, salvo un nucelo algo mayor a media ladera del puerto de la Matanela. Por cierto, este puerto tiene una configuración irregular, ya que alterna pendientes continuadas con tramos llanos, cambios de vertiente y paisaje...incluso tiene un tramo en el que la carretera circula por Burgos (coincidiendo con el nacimiento del Nela), para luego cumbrear otra ver por Cantabria. Ahí van algunas imágenes.