martes, 10 de noviembre de 2009

Puerto de Lunada

Desde La Concha (topónimo que ya nos da pistas), el valle del Miera se abre ante el antiguo circo glaciar. Empezamos a subir el tramo principal del mítico puerto de Lunada, por unas laderas en su mayor parte desprovistas de árboles. Un paisaje que realmente cautiva. Este puerto tiene el dudoso honor de ser de los que más días está cerrado por nieve de topo el país, creo que más porque no lo limpian que porque nieve en exceso.

Relativamente cerca de la cumbre, en una cerrada curva a la derecha encontramos el acceso al mirador de Cuevaelrroyo (ahora "cantabrizado" como Cuvulrruyu). La pena es que no hay mucho sitio para aparcar. Superamos unas escaleras y llegamos a un amplio espigón rocoso, en donde nos esperan unas muy generosas vistas.
A nuestros pies, el valle del joven Miera. En el centro de la panorámica, un tanto hacia la izquierda, el relicto hayal de la Zamina y, al fondo a la derecha, la bahía de Santander.
Si giramos la mirada hacia la izquierda, podremos analizar el tramo esencial de la ascensión, bajo la atenta mirada de la mole de Castro Valnera. Hemos de darnos cuenta que este valle fue el que más sufrió la presión de la tala para las fábricas de cañones de Liérganes y La Cavada.




Con un poco de suerte, podremos contemplar los buitres sobre nuestras cabezas, para completar la estampa.


No me resisto a reproducir la poesía de Gerardo Diego, que se recoge en una placa situada en este mirador.

Río Miera ¿quién te vio
más arriba de San Roque,
brincando de lastra en lastra
burlando alisas y robles?

De peñas te descolgastedesgarrándote en jirones,
sin torcerte los tobillos
en las quiebras de las hoces.
Altos cantares de nieblas
aprendiste de pastores
y según bajas riendo
vas robando corazones.

Mozo, te festeja Liérganescon arco de puente noble
y tu pecho ya se ensancha
para reflejar honores.
Quien te vio allá, río Miera,
y te ve manso de roces
dilatándote en toneles
y cubas de sombra y bosque,

antes de agrietar los labioscon la sal del puntal norte,
río Miera, quien te viera
y te ve no te conoce.
En brazos de la marea,
una vez luz y otra noche,
dos veces al día mueres
de azul belleza salobre.

3 comentarios:

  1. Encontré la entrada por casualidad buscando fotos del mirador, en el que he estado varias veces por ser mi familia de San Roque y subir a menudo. Perfecta la descripción y precioso valle, aunque me gustaría hacer una aclaración: al menos en la zona, ni el mirador se llamaba "Cuevaelarroyo" ni se llama ahora "Cuvulrruyu", siempre ha sido "Covalruyo". Otra cosa es que gran parte de la gente del pueblo pronuncie "Cuvalruyu" por la variedad dialectal pasiega :)

    Y sobre el tema de la nieve... En efecto, de vez en cuando es el puerto que más espesor acumula de España, lo cual es increíble dada la "escasa" altitud en comparación con otros. Eso sí, se va rápido porque no hace tanto frío. Y si tanto permanece cerrado es porque pasan de limpiarlo, eso sin duda ¬¬

    ResponderEliminar
  2. Una lástima el estado de conservación -por no decir directamente 'abandono'- de este mirador y sus accesos años después de nuestra primera visita.
    La piedra de las escaleras y bordillos casi ni se ve por la cantidad de excrementos de animales que la cubren. Y una vez arriba el panorama no mejora: cuesta encontrar bloques de piedra intactos (sustituidos ahora por barrotes de hierro al descubierto); suelo resbaladizo por las malas hierbas y la basura amontonada, etc, etc...
    A pesar de todo volveríamos una y otra vez, pero solo porque las vistas siempre merecerán la pena. ¿Tanto cuesta estar a la 'altura' del increíble paisaje que este mirador ofrece?

    ResponderEliminar