miércoles, 23 de diciembre de 2009

Me tomo unas pequeñas vacaciones


Con motivo de las fiestas navideñas me tomo unas pequeñas vacaciones, y regreso del exilio, en principio hasta mediados de Enero.
Hasta entonces no habrá nuevos posts pero consultaré de vez en cuando el blog para leer y responder eventuales comentarios.
Feliz Navidad y Año Nuevo!!!

martes, 22 de diciembre de 2009

Riocorvo

Nada más pasar el desfiladero de las Caldas, y enfilando ya hacia Torrelavega, nos encontramos con dos interesantes pueblos: Riocorvo y Cartes. Con recias casonas montañesas de piedra arenisca y con una típica configuración en forma de pueblo-camino. Su aspecto actual nos refleja un pasado fundamentado en su ubicación al borde del camino de acceso a la meseta.

Os pongo unas imágenes de Riocorvo, un pequeño pero interesante lugar.








lunes, 21 de diciembre de 2009

Las Caldas del Besaya

Desde el valle de Buelna el Besaya vuelve a internarse en un desfiladero, justo coincidiendo con el manantial de aguas termales que da nombre al Balneario de Las Caldas del Besaya.

El edificio, pegado a la carretera, muestra un aspecto bastante caduco aunque por lo que sé sigue en funcionamiento. Contribuye a la mala impresión la existencia de una enorme cantera justo al otro lado del río.

En un punto algo más elevado y por ello algo más aliviado del ruido y polvo de la cantera se encuentra el santuario barroco de la Virgen de Caldas, que os pongo en la imagen y al que acompaña un excelente ejemplar de magnolio.

viernes, 18 de diciembre de 2009

San Felices de Buelna

Desde Corrales nace una carretera (en proceso de reforma al escribir estas líneas) que nos conduce a Puente Viesgo a través del alto de Hijas.

Tomando esta carretera, y al poco de cruzar el Besaya, entramos en el municipio de San Felices de Buelna, un ayuntamiento de perfil constructivo deslabazado (muy común en Cantabria) pero para el que podríamos situar su núcleo en torno a la localidad de Mata.

Entre las casas de la zona izquierda de la carretera, se encuentra la torre medieval de Pero Niño, Conde de Buelna a mediados del siglo XV, cuya trayectoria vital puede seguirse a partir de la crónica redactada por su mayordomo. El lugar, constituido como museo, tiene un material expositivo bastante ameno distribuido en cuatro plantas.



Un poco más adelante, y justo al borde de la carretera, este precioso ejemplar de encina catalogada como árbol singular.


Otro lugar de interés en San Felices es la cueva Prehistórica de Hornos de la Peña, incluida en el lote declarado patrimonio de la humanidad, y que yo no he visitado.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Corrales de Buelna

Siguiendo el Curso del Besaya, bien por la auotvía, bien por el estrecho desfiladero que se abre desde Las Fraguas, llegamos a Corrales de Buelna y nos damos de bruces con el mundo industrial y urbano.

No obstante, aún conserva una barriada antigua, plagada de nombres casonas y jardines con árboles notables. Aquí va un popurrí.






En esta última foto os muestro el que "era" el mayor tilo de Cantabria. Y digo era porque apenas dos meses después de tomada la foto el árbol era derribado por un vendaval, tal y como podéis ver en sendas noticias del Diario Montañés.

Aprovechando que parece que por aquí se libraron una pequeña parte de las guerras cántabras y por esta zona si que hay dinerito se ha montado desde hace unos años un evento denominado Guerras Cántabras que cada vez concita el interés de más gente, y que ya ha sido declarada de Interés Turístico Nacional con menos de diez años de existencia (lo que es la política).


miércoles, 16 de diciembre de 2009

Ruta de senderismo: La ermita del Moral

Desde el pueblo de Las Fraguas nace una carretera hacia el occidente que remonta el río Llares, y rápidamente nos devuelve al paisaje rural de baja antropización.

Dificultad: Muy fácil
Orientación (sin GPS con track o cartografía): Fácil
Belleza: Alta
Tiempo: 3,5 horas (12 KM).


Situación.
Por la autovia A-67 hasta la salida de Arenas de Iguña. Al llegar a larotonda de acceso retrocedemos unos metros por la antigua A-67 en dirección a Las Fraguas, localidad en la que deberemos atravesar el Rio Los LLares.
En este punto nace una carretera de 12 kilómetros que, tras atravesar Pedredo y Los Llares se convierte en una preciosa carretera de montaña hasta finalizar en el punto donde comenzamos la ruta.

Puntos de Interés
Brañas, ganado, vistas sobre los valles y bosques.

Descripción de la Ruta
Ruta cómoda y sencilla que nos permite acercarnos a este paisaje de montañas redondeadas cubiertas de pastos de montañas e interesantes bosques de robles y hayas y frecuentemente acompañadas de la niebla, que tanto me gustan.
Recorreremos parte de la divisoria entre las cuencas del Besaya y el Saja, esta última plenamente integrada en el parque natural del Saja-Besaya.

La carretera de acceso nos permite llegar hasta una preciosa braña situada a 759 metros, con lo que ya solo deberemos superar unos 250 metros adicionales hasta el punto culminante de la ruta. Aparcamos con cuidado el coche y empezamos a andar y continuamos por el trazado de la carretera, convertida ahora en camino y, teóricamente, de circulación restringida (no será raro que encontremos “listos” que continúen con el vehículo a partir de este punto, y no me refiero a los ganaderos).

Al poco se nos abre de frente el primer valle cubierto de prados y bosques, perteneciente al valle de Cieza (tributario todavía del Besaya). El camino gira paulatinamente hacia la izquierda y pasa junto a una fuente, siempre en suave ascenso.

Tras pasar una zona en la que el arbolado bordea ambos lados del camino, salimos a una nueva braña, y aparece a nuestra derecha el refugio del Tornillo. En esta zona, podemos empezar a fijarnos en la vegetación, curiosamente “podada” en su parte inferior por los rumiantes, muy abundantes en todo el recorrido. Este efecto es especialmente visible en los numerosos acebos.

Continuando por el amplio camino vemos de frente la cumbre del pico Tordías, de 969 metros.
Ya en sus cercanías vemos como el camino lo bordea por su parte izquierda, y ya bajo el mismo igualmente a la izquierda se abre el amplio perfil boscoso del alto Llares, cuya parte inferior hemos contemplado anteriormente en nuestro ascenso por carretera.

Justo al final del bloque que forma el Tordias llegamos a un punto de nueva panorámica, tras unos 3,5 de iniciado el recorrido.
A la derecha surge un camino secundario por el que puede descenderse al precioso Bosque de monte los Vados y Ucieda. Nosotros seguimos por el camino principal, girando a la izquierda y contemplado ahora a la derecha un nuevo valle, perteneciente al municipio de Los Tojos y la vertiente del Saja (arroyo de la Juzmeana). Al fondo empiezan a verse los picos de la sierra del Cordel.

Tras un par de breves ascensos y su sus correspondientes descensos se afronta la parte más complicada de la subida, aun sin ser demasiado dura.
Al final de este tramo llegamos a la amplia braña del moral, en cuyo centro se encuentra la ermita del mismo nombre. A nuestra derecha se abre un nuevo valle tributario del Argoza, el curso que atraviesa en singular núcleo de Bárcena Mayor, al que podríamos descender por el nuevo camino que aparece a la derecha.

La ermita en sí se trata de un pequeño y sencillo edificio, cuyo mayor interés radica en una pequeña ventana en forma de cruz que rememora un edificio anterior. Tras visitar el lugar y descansar un poco descenderemos por el mismo camino.

Comentarios

Recorrido muy sencillo tanto en cuanto a dureza como en cuanto a orientación. El perfil ondulado de las montañas también lo favorece. Si se dispone de dos coches se puede completar un precioso paseo hasta Ucieda o la carretera de Bárcena Mayor.
Track y últimas fotos del recorrido:









martes, 15 de diciembre de 2009

Las Fraguas

Ya de vuelta en el valle de Iguña, y visitando el pueblo de Las Fraguas (nombre que ya nos señala la antigua actividad ferrona de la zona), uno tiene la sensación en algunos puntos de hallarse en la campiña inglesa.


Sobre todo cuando, en las afueras del pueblo, localiza la finca y Palacio de Hornillo. Este edificio, del que se dice sirvió de modelo para el más conocido de la Magdalena, se publicita señalando que en el mismo se rodaron parte de las escenas de la conocida película "Los otros" de Alejandro Amenábar y "Nicolasa" Kidman. En todo caso no es visitable así que...



Pero aún más sorprendente si cabe es la iglesia neoclásica que se encuentra al lado de la anterior finca, edificada a guisa de partenón griego (algo relativamente parecido vimos en Arredondo). Los ricos siempre han sido un tanto extravagantes.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Ruta de senderismo: La espina del Gallego y el Cildá

Si continuamos por la carretera que desde Arenas de Iguña conduce a San Juan de Raicedo, entramos en el Valle de Anievas, compuesto por varios pueblos que aún conservan profundas tradiciones y arquitectura popular. Este trazado permite continuar para, a través del alto del Portillón, conectar con el Valle de Toranzo, altamente tratado en este blog.

Precisamente desde el alto del Portillón nace una ruta de senderismo que nos evoca (con un poco de imaginación) los tiempos de las guerras cántabras, al haberse encontrado restos tanto de campamentos romanos como de los propios cántabros. Lamentablemente el día salió con niebla, con lo que del aspecto paisajístico no os podré hablar mucho.

Dificultad: Media
Orientación (sin GPS con track o cartografía): Fácil
Belleza: Normal
Tiempo: 3,5 horas (14 kilómetros)


Situación.

Desde el mismo alto de Portillón, en la carretera que une San Vicente de Toranzo y Arenas de Iguña.

Puntos de Interés

Vistas sobre los valles de Toranzo e Iguña. Animales domésticos en libertad. Yacimientos de la Espina del Gallego, lienzos de calzada romana, monte Cildá.

Descripción de la Ruta
Estamos ante una corta ruta, aunque con cierta dureza, que nos pone en contacto con un aspecto un tanto desconocido de Cantabria: Los escenarios de las guerras cántabras de época romana.

Aparcamos el coche en el portillón, a unos 560 metros de altitud, junto a una cruz en recuerdo de unos caídos en la guerra civil y el cartel explicativo de la ruta hasta la Espina de Gallego.

Tomamos el camino ancho y que hacia el sur asciende decidido hacia las cumbres. En primera instancia pasamos un paso canadiense. Los primeros centenares de metros, en un ascenso considerable, nos llevan a las cercanías del monte Cotorral, a casi 700 metros, ocupado por torre de alta tensión.

Durante nuestro ascenso podremos contemplar amplios paisajes de los valles de Toranzo e Iguña. En las cercanías, pastizales ocupados por abundante comunidad vacuna (en la que aún está presente la local tudanca), caballos e incluso ovejas.

También se ven ejemplares aislados de bosque autóctono, robles, hayas e incluso tejos, que en algunas laderas llegan a constituirse en rodales.

Desde El Cotorral tenemos una zona llana o incluso descenso, en la que podremos ver a nuestra deerecha una mesa habilitada para el descanso. Afrontamos otro tramo de fuerte ascenso, que nos llevará cerca de los 800 metros de altitud, seguida de un nuevo descenso.

En este punto, a unos 780 metros de altitud y unos 3 km después de haber empezado el ascenso, llega hasta el camino una mancha de hayedo de cierta importancia, y junto al propio camino una cabaña en ruinas. De frente el trazado se transforma en una pista cementada, para ayudar a los vehículos a solventar la fuerte pendiente que se avecina y que ahora recorren nuestras piernas.

Unos 500 metros más adelante acaba el sufrimiento y llegamos a un depósito de aguas y un edificio de servicios anexo, a unos 840 metros de altitud. El verdadero sentido de la pista que hemos recorrido hasta ahora era el acceso a este depósito, con lo que la misma se acaba en este punto.

Tal vez este sea el único punto en el que hemos de prestar atención para no despistarnos. Entre el depósito y el edificio asociado podremos descubrir un artesanal cartel que nos indica la presencia de la calzada romana. Desde el mismo punto asciende decidido el sendero (casi un canal) entre la braña. Efectivamente, podremos distinguir en nuestros zigzags algunos pequeños tramos de la antigua calzada romana, aunque el paso durante dos milenios de personas y ganado casi los hace irreconocibles.

El ascenso, con excelentes panorámicas, nos lleva aproximadamente 1 km adicional, hasta llegar a lo alto de la Espina del Gallego (960 metros) reconocible por la aparición de grandes bloques de piedra. Estamos ante el yacimiento homónimo aunque, la verdad, al menos para mí, no fue posible reconocer nada.

La senda continua en dirección suroeste, prácticamente sin perder ni ganar altitud y sin cambiar de dirección (dejamos una loma a nuestra izquierda) durante casi kilómetro y medio. En este punto llegamos a un pequeño collado muy próximo a una cabaña en ruinas. Desde aquí la senda afronta decididamente el último tramo de ascensión al Cildá (aprox 1 km) identidicable por estar ocupado por una torre de comunicaciones.

La Cima (1060 metros) está ocupada también por un vértice geodésico y nos ofrece nuevamente interesantes panorámicas de los dos valles.

Desde aquí, no queda sino retroceder por el mismo camino.



Comentarios

La ruta se realizó poco antes de describirla aquí, por lo que el nivel de detalle es alto por lo que creo que se puede afrontar sin más apoyo bibliográfico. En todo caso la orientación me parece muy sencilla.

La ruta creo que es accesible para cualquier persona en un estado normal de forma, pero hay que concienciarse de que son más de 500 metros de desnivel. Además, dicho desnivel no es continuo sino que se produce con fuerte repechos acompañados incluso de descensos.

Las nieblas son frecuentes. En este caso es recomendable no hacer la ruta; no tanto por la posibilidad de extraviarse como porque se pierde parte del interés de la ruta. Aunque tengo que decir que a mi se me echó la niebla a medio camino (por eso no doy muchos comentarios de las panorámicas).
En internet existen varios enlaces explicativos del yacimiento de la Espina del Gallego. A nivel avanzado podemos leer este artículo de la Universidad Complutente de Madrid.
Track:


viernes, 11 de diciembre de 2009

Iglesia románica de San Juan de Raicedo









Prácticamente a la altura del cruce de acceso a Bostronizo nos encontramos con la localidad de San Juan de Raicedo, que toma su nombre de la advocación de su iglesia parroquial.

El templo, inicialmente románico, presenta una estructura confusa debido a una reforma posterior y a la mezcla de su repertorio escultórico, que incluye los modillones a los que ya nos vamos acostumbrando, pero que en princìpio deberían corresponder a periodos anteriores y otras piezas de difícil catalogación incrustadas en la pared del templo.

Tal vez estemos ante una fase primitiva en la implantación de este arte o, quizás más probable, a un reaprovechamiento de piezas de otros templos. La existencia de algunas puedras sobresaliendo en la fachada norte nos permiten incluso especular con la posibilidad de un antiguo claustro adosado.

En la entrada, encontramos el escudo de la orden de San Juan de Jerusalén, a la que perteneció el templo al menos hasta el siglo XIV.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Ermita Mozárabe de San Román de Moroso

No es fácil llegar; en primer lugar hemos de localizar el carreteril que sube a Bostronizo, desde la carretera Arenas de Iguña-San Vicente de Toranzo y, una vez atravesado este pueblo, seguir el camino que aparece no acabarse nunca (son 3,5 kilómetros) hasta la ermita, auténtica joya altomedieval.

En los últimos metros nos vemos inmersos en un pequeño robledal y, justo en el centro, en un bucólico paraje y muchas veces acompañados por las vacas, está la armoniosa figura de la pequeña ermita, datada en el siglo X.

Al acercarnos lo primero que descubrimos son sarcófagos que podrían datarse en la misma época, y un característico arco de herradura en la portada.
Lo único que reompe la sobriedad exterior son los modillones de los canecillos, con temática geométrica que se muestra en armonía con las cercanas hojas de los árboles.