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martes, 22 de octubre de 2013

Ruta de senderismo: cabecera del Suscuaja

Recorremos en esta ruta la cabecera de este humilde río entre cuidadas praderías. En todo caso el mayor valor del trayecto son  las espectaculares y poco conocidas vistas de la franja central de Cantabria.

Dificultad: Alta
Orientación (sin GPS con track o cartografía): fácil
Belleza: Alta
Tiempo y distancia: 4 horas y 15 kilómetros

Situación.

La ruta comienza desde el interesante pueblo de Esles de Cayón. Para llegar a este lugar tomaremos la A-8 en dirección a Bilbao hasta la salida en dirección a Sarón. Siguiendo las señalizaciones llegaremos a este pueblo, el cual atravesamos enlazando con Santa María de Cayón. Al final de los edificios encontramos el desvío que en unos 6 kilómetros adicionales nos lleva a Esles.

Puntos de Interés

Casonas y palacios de Esles. Prados. Vistas sobre los principales paisajes de la zona.

Descripción de la Ruta 

Merece la pena dedicar un rato a ver los palacios y casonas del interesante pueblo de Esles. Para empezar a andar tomaremos como referencia el punto en el que se unen las tres carreteras que llega al pueblo. Aquí encontramos una pequeña capilla. Una vez junto a la misma la bordeamos por la izquierda, pasando junto a unos contenedores y tomando la calle que sigue a continuación.

De este modo salimos pronto del pueblo, pasando junto a una fuente con pilón. Empezamos a ascender entre cuidados prados dejando atrás algunas casas-granja. En los cruces de esta primera parte elegiremos la carretera ascendente y la que se encuentra en mejor estado. De este modo ignoraremos un primer ramal a la derecha y luego varios a la izquierda. Mientras tanto tendremos vistas cada vez más amplias del valle de Esles, cerrado al fondo por la sierra de Caballar.

Tras los cruces indicados entramos en el pequeño pero interesante hayedo de Esles. Está formado por hayas y robles un tanto dispersas pero robustos. Pronto dejamos atrás un nuevo cruce a la derecha y, justo en el punto en el que la carretera vuelve a salir del bosque, encontramos un camino en mal estado pero bastante marcado en el lado derecho. Tomando el mismo ascendemos de nuevo rodeados de árboles.

Pasado un tramo salimos definitivamente del bosque mientras que a la derecha empezamos a tener unas vistas cada vez más amplias de todo el valle del Pisueña. Esles aparece cada vez más abajo. Pronto llegamos a una nueva pista asfaltada, pero nosotros tomamos un camino que surge inmediatamente a nuestra izquierda. Pasamos por una zona de pinos de repoblación bastantes dispersos. Por aquí los prados están en un estado más descuidado y apenas se ven algunas cabañas.

Pronto observamos la cabecera del Suscuaja, en la que se echan en falta arbolado autóctono. Apenas se ven algunos pinos en el mismo cauce. Por encima de los mismos se encuentran unas lomas cubiertas de prados de montaña. El camino sigue ascendiendo más y más, a lo lejos ya se observa claramente la franja costera y los montes que cierran Cantabria por el sur.

Tras dos cambios de dirección, en los que el camino va empeorando cada vez más llegamos a un collado en donde se observan ya las cumbres que rodean a Castro Valnera. En este punto bordeamos una loma más empinada y llegamos a un nuevo cruce en donde seguimos por el sendero de la derecha, el más marcado. Una nueva curva nos lleva por fin al cordal que separa el valle del Pisueña del valle del Miera. El valle del Miera muestra una geología mucho más marcada. En primer plano observamos el macizo de las Enguinzas, mientras que a lo lejos vemos las grandes cimas: Porracolina, Picón del Fraile y Castro Valnera.

Para continuar subimos a la loma del lado izquierdo, el Somo de Noja, que en realidad se compone de dos cimas consecutivas. Aquí estamos a 840 metros de altitud, 600 por encima de nuestro punto de partida. Desde la segunda cima se observa mejor la franja costera. Se identifica claramente Peña Cabarga, a cuyos lados se observa una parte de Santander, la península de la Magdalena y la playa del Puntal. A lo lejos vemos otros paisajes como Santoña y el Monte Buciero.

Empezamos a descender mientras observamos a nuestra derecha dos pequeñas presas conocidas como Los Pozos de Noja. El nuevo camino desciende por una primera arista, pero tomaremos un primer cruce hacia la izquierda. Al poco seleccionaremos una segunda opción de descenso, hacia el lado derecho, por una rampa considerablemente empinada que deberemos bajar con mucha precaución.

Pasado este primer tramo el descenso es mucho más cómodo y moderado. A nuestra derecha vemos el amplio caserío de Liérganes. Al poco llegamos a una zona de cabañas de corte rústico, en realidad estamos en la zona más norteña de todo el poblamiento pasiego. Superamos una primera portilla ganadera y al poco tomamos un nuevo desvío a la izquierda. El sendero se une a un camino más marcado, mientras que el pueblo que vemos ahora más cercano es el de Los Llanos. Muy cerca observamos una alta torre meteorológica.

Pasamos una segunda portilla. Al otro lado de la misma buscamos el camino que se dirige más directamente a la torre. Desde la misma el camino mejora claramente y se dirige a una plantación de eucaliptos (tan cerca de la costa era difícil liberarse de los mismos). Tras un tramo de descenso en el que trazamos varias curvas llegamos a un cruce. Hacia la izquierda probablemente haya un descenso más directo a Esles, pero nosotros seguimos hacia la derecha.

Al poco llegamos a una carretera asfaltada. A la derecha seguiría el recorrido oficial descendiendo hasta Lloreda, pero nosotros decidimos recortar siguiendo hacia la izquierda. Así descendemos entre casas sueltas y prados muy cuidados mientras observamos no muy lejos el pueblo citado y, más de frente, una loma suave en donde se encuentra la ermita de San Vicente. En la parte final del descenso enlazamos hacia la izquierda con otra pista ya junto al curso del rio Suscuaja (también llamado Parayas). Si hubiéramos llegado hasta Lloreda enlazaríamos en este punto.

Seguimos esta pista que acaba repentinamente junto a una valla y una casa. Tras meditarlo un poco decidimos pasar la valla y seguir el recorrido por un prado hasta alcanzar el río (en este momento completamente seco). Al otro lado nace un camino que al poco desemboca en otro que seguimos hacia la derecha. Se asciende un poco hasta llegar a una nueva carretera. Tomamos la misma hacia la derecha y ya sólo nos queda seguirla unos minutos hasta llegar al pueblo de Esles.

Comentarios


El recorrido se corresponde básicamente con el sendero de pequeño recorrido PR-S-58, pero recortando el tramo de aproximación hasta Lloreda. El paso “delicado” del final de la ruta sólo se podría evitar recorriendo el tramo entre Lloreda y Esles por carretera con su correspondiente puertecito. Otra alternativa sería descender a Esles desde el cruce que aparece al terminar el bosquete de eucaliptos. Consultada la cartografía parece haber un camino bastante definido.

Track de la ruta (pulsa en el círculo verde para más información)



Vídeo con fotos de la ruta (en la mitad contiene un enlace hacia un vídeo panorámico)




martes, 25 de septiembre de 2012

Ruta de senderismo: río Yera y Túnel de la Engaña

Breve recorrido al paisaje pasiego que parece llevarnos a un país y tiempo diferentes. A las estampas de cabañas, prados y laderas empinadas se unen una serie de preciosas cascadas y la impactante impresión del túnel de la Engaña y otros restos del malogrado ferrocarril Santander-Mediterráneo; sencillamente una de las caminatas más completas que podemos hacer para el corto esfuerzo que se requiere.
 
Dificultad: Media
Orientación (sin GPS con track o cartografía): fácil
Belleza: Muy Alta
Tiempo y distancia: 3 horas (11 kilómetros).

 
Situación

Desde Santander seguiremos la N-623 en dirección al puerto del Escudo. A la altura de Entrambasmestas tomaremos la serpenteante carretera que nos lleva a Vega de Pas. Una vez en este pueblo seguimos sin cambiar de dirección algo más de 3 kilómetros hasta que encontramos un pequeño hueco para dejar el coche, junto a un ancho camino que desciende a la derecha. Existen otros puntos desde donde se puede iniciar el recorrido, que se sugieren en el apartado comentarios.

Puntos de interés

Paisaje pasiego. Montes de Valnera y alrededores. Cascadas y saltos del arroyo Aján. Obras del Santander Mediterráneo (S-M).

Descripción de la ruta
 
Desde el punto donde dejamos el coche tenemos una bella perspectiva de la última parte del valle del río Yera, antes de que sus laderas se vuelvan casi verticales. La parte más baja está ocupado por cercados y cabañas pasiegas, la media por bosques de hayas y la más alta por las laderas empinadas cubiertas de helechos. Hacia el oeste, si el día está claro, se observan claramente los picachos de Castro Valnera.

Descendemos por el camino indicado y en unos instantes llegamos a un cruce. Nosotros seguimos hacia la derecha, pero podríamos optar por tomar la otra opción y con ello realizar el recorrido en sentido inverso. Tras unos rápidos zig-zags descendemos junto al río Yera que baja cantarín entre las piedras. El camino principal cruza la corriente de agua en dirección a unas cabañas, pero nosotros tomamos un sendero menos marcado que sigue dejando el río a su izquierda.

Entre cabañas en estado de conservación en general bueno (algunas están muy modificadas para ser más cómodas) llegamos sin mayores novedades a un camino más ancho y a una agrupación más consistente de edificios. Unas decenas de metros más adelante llegamos a una señalización hacia el Cañao de Aján, que seguimos girando hacia la izquierda y cruzando uno de los rústicos y bellos puentes que se extienden por la zona; éste tiene argamasa de refuerzo pero la mayoría están hechos sólo a base de piedra.

Una vez al otro lado del puente el camino se convierte en un sendero y gira hacia la izquierda, de modo que en cierto sentido tomamos una dirección inversa a la que traíamos hasta ahora, pero al otro lado del río. Vamos pasando junto a varias cabañas y entrando en el valle del arroyo Aján, que nos ofrece en los siguientes kilómetros una serie de bellos saltos y cascadas. Al menudo para poder verlos con amplitud deberemos buscar los pasos que nos acerquen hasta el mismo cauce. Se observan los signos de la práctica del deporte de descenso de cañones.

El sendero en sí también es muy bonito. Vamos ascendiendo entre las sombra de los árboles. En ocasiones vemos los restos de un antiguo empedrado bajo nuestros pies. Dejando un bello rincón tras otro remontamos algo más de los kilómetros por este valle, siempre con el cauce a nuestra izquierda. Tras un último tramo un poco más empinado llegamos a un puente muy bonito que hemos de cruzar (el sendero más marcado sigue tal dirección) un poco antes de que la unión de dos canales.

Una empinado pero corto zig-zag nos lleva junto a un gran y arruinado edificio que dio servicio a las obras del S-M. Hoy nos parece un lugar evocador y espectacular; pues está colgado de la ladera y forma una estampa muy plástica; pero debía de ser muy dura la vida para los que trabajaban en esta obra. Desde el camino llegamos en unos instantes a la base del ferrocarril: un ancho camino sobre el que nunca se llegaron a tender lar vías. Hacia la derecha encontramos la boca de un ancho túnel; que no es el túnel de la Engaña sino un aperitivo anterior de unos 200 metros. No muestra signos de mal estado así que lo cruzamos. Aunque está en curva, la luz es suficiente como para poder cruzarlo sin linterna aunque no será raro algún tropezón en el irregular piso.

Al otro lado la vegetación es más profusa y el hayedo acaba dominando las laderas. En unos instantes llegamos ahora sí a la boca del túnel de la Engaña, tal y como vemos en un grabado superior acompañado de su distancia: 6976 metros. Desde luego no tenemos ninguna intención de adentrarnos en el tenebroso lugar, del cual ya sabemos que ha sufrido grandes desprendimientos. Unos chorretones de agua que caen por sus paredes son harto indicativos. El túnel se encuentra rodeado de varios edificios que van siendo devorados por la maleza.

Volvemos sobre nuestros pasos y tras retomar el túnel que antes cruzamos seguimos caminando por el ancho camino por donde debió ir el ferrocarril. A nuestras espaldas tenemos una amplia perpectiva de esta parte de los montes del Somo, culminados por el collado de la Hormaza, con el edificio indicado en primer plano. Al poco cruzamos otro túnel, esta vez bastante más corto. Bajo nuestro pies tenemos el valle bajo del ríoYera y Vega de Pas. Llegamos a la boca de un tercer túnel, de unos 300 metros y decidimos buscar un sendero alternativo que sigue por la parte exterior de la montaña. Está algo tapado por los tojos y el árgoma, pero al ser ésta bastante baja se avanza sin mayores complicaciones.

Llegamos hasta una antena de comunicación. A partir de aquí el sendero mejora algo y conecta en breve con el otro lado del túnel. Tenemos un cuarto túnel, este mucho más corto. De frente observamos el perfil de Castro Valnera mientras que a los lados del camino la vegetación ha aumentado considerablemente. Tras unos 500 metros adicionales llegamos a la estación de Yera, que es la última obra que se realizó para el S-M. Desde este punto desaparecen los signos de la caja del ferrocarril. Su estampa a los pies de un cerrado hayedo es harto evocadora.

Desde la estación de Yera comienza una pista asfaltada que seguimos en su descenso durante unos instantes. Poco después nace un sendero hacia la izquierda que tomamos girando claramente hacia la izquierda. Volvemos a caminar entre cercados y cabañas tratando de no resbalar entre las húmedas piedras del sendero. No mucho después llegamos a unas cabañas mejor conservadas mientras el camino mejora claramente. Se nos ofrece la posibilidad de cruzar el río Yera, a cuya vera estamos nuevamente, pero las indicaciones siguen a este lado.

No obstante poco después, junto a una nueva cabaña, sí que cruzamos el río por un puentecito que parece sacado de un nacimiento. Desde aquí el sendero se convierte en pista y se aleja un poco de cauce. Ascendemos suavemente y en unos minutos alcanzamos el cruce que encontramos en el inicio del recorrido.

Comentarios

No escogí la mejor época del año (a mediados de septiembre el paisaje tiende a estar seco) ni la mejor hora (empezando por la tarde las fotos sufren las consecuencias) y aún así la ruta fue muy agradable. El avance es bastante sencillo salvo tal vez por algunos tramos empedrados que requieren más esfuerzo y concentración. El recorrido se corresponde con una parte del sendero de pequeño recorrido PR-S-75, que en realidad parte de Vega de Pas.

Partiendo de Vega de Pas hemos de recorrer casi dos kilómetros por la carretera hasta un cruce señalizado hacia la izquierda. Aún nos queda más de un kilómetro hasta llegar al cruce hacia el Cañao de Aján (con lo que la ruta completa representa unos 18 kilómetros); no obstante creo que es posible llegar hasta este punto con el coche.

Track de la ruta


Presentación con fotos de la ruta

 

jueves, 20 de mayo de 2010

Palacio de Elsedo

En el barrio de Pámanes de Liérganes, encontramos este original Palacio del siglo XVIII. Otra particularidad es que podremos visitarlo aprovechando que es un museo privado de arte contemporáneo (y si nos interesa este arte, mejor).

Aquí, algo más de información.

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No habrá nuevo post hasta el martes.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Puerto del Escudo


Nos despedimos de momento de los valles pasiegos con esta bella imagen otoñal del hayedo de Resconorio tomada desde el puerto del Escudo. Por cierto, también hay una ruta de senderismo que recorre este vallejo.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Ruta de senderismo: El Arroyo Pandillo

Se me coló esta sencilla ruta de senderismo muy cercana a Vega de Pas. También forma parte de las rutas guiadas de la Red Cántabra de Desarrollo Rural, aunque en este caso se puede realizar por cuenta propia sin demasiadas complicaciones.

Dificultad: Baja
Orientación (sin GPS con track o cartografía): Media
Belleza: Alta
Tiempo: 2 horas (5 kilómetros)

Situación.

Desde Santander, por la N-623 en dirección Burgos. A la altura de Entrambasmestas tomamos la carretera hacia Vega de Pas. Desde su misma Plaza nace la carretera, hacia la derecha, que conduce a Pandillo (hemos de pasar el empedrado de la misma). Esta nueva pista está en excelentes condiciones, pero pasados unos 4 kilómetros hemos de seguir la indicación de un nuevo cartel, también a la derecha, por una pista bastante más estrecha. Unos 4 kilómetros adicionales nos conducen al final de la pista asfaltada y el comienzo de la ruta, en un lugar lo suficientemente amplio para aparcar.


Puntos de Interés


Vistas sobre el macizo del Valnera. Praderas. Cabañas pasiegas. Paisaje de ribera. Hayedo.
Descripción de la Ruta.
Sencilla ruta de aproximación al corazón de los Valles Pasiegos, en la que podremos contemplar ejemplos de las principales características de este paisaje. Valles empinados en forma de V, cubiertos de hierba o helechos, y culminados por macizos calcáreos (en concreto, el macizo más alto de Cantabria oriental, el del Valnera), con breves pero muy interesantes manchas de arbolado original, y partes más bajas caracterizadas por la presencia de cabañas pasiegas y vallas de piedra en seco.






El sendero ahora se interna rápidamente en un interesante hayedo, en el que abundan los ejemplares de talla excelente. La tendencia es claramente ascendente, aunque no implica especiales esfuerzos, y a alejarse un tanto del río. Tras una media hora de avance por el hayedo nos encontraremos con un vallado de alambre a nuestra derecha, que nos obliga a ascender unos centenares de metros más para, finalmente, cruzar dicha valla y emprender un prolongado y empinado descenso que nos deja, sin solución de continuidad, junto a nuestro vehículo.


Comentarios

La ruta se encuentra muy limpia y la señalización, con pintura blanca y amarilla, es bastante buena. No obstante deberemos estar atentos en muchos puntos para seguir el sendero correcto. No se contempla en esta descripción la aproximación a la cascada puesto que el día que se realizó la ruta no se esperaba tuviera mucho agua y el tiempo apremiaba.
Track:


Al cabo de aproximadamente 1 hora de camino volvemos a acercarnos al arroyo y pasamos junto a unas cabañas. Al poco, la señalización nos indica la continuación por el otro lado del valle, y nos da la opción de acercarnos a una cascada, por un sendero mucho menos marcado debiendo, en su caso, regresar luego hasta este punto.
Desde el punto de aparcamiento cruzamos al otro lado del arrollo Pandillo por un rústico puente de piedra. Desde aquí el sendero asciende en zig-zags durante unos 100 metros para luego dirigirse claramente en la dirección del valle, a media ladera del mismo. El paisaje de esta ladera está compuesto principalmente por helechos, si bien los robles están empezando a colonizarlo. Por el contrario la ladera contraria, por la que luego regresaremos, aparece tapizada por un excelente hayedo.


martes, 17 de noviembre de 2009

San Pedro de Romeral y el Puerto de la Matanela

Desde Vega de Pas se puede continuar rio abajo en dirección a Alceda y el curso medio del río, pero también posible desviarse, al poco de tomar este camino, en dirección a la tercera villa Pasiega, san Pedro de Romeral.
Esta localidad tiene un poblamiento bastante disperso, salvo un nucelo algo mayor a media ladera del puerto de la Matanela. Por cierto, este puerto tiene una configuración irregular, ya que alterna pendientes continuadas con tramos llanos, cambios de vertiente y paisaje...incluso tiene un tramo en el que la carretera circula por Burgos (coincidiendo con el nacimiento del Nela), para luego cumbrear otra ver por Cantabria. Ahí van algunas imágenes.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Vega de Pas

En los albores de este blog, ya os puse algunas fotos del paisaje de Vega de Pas nevado. Ahora os presento algunas imágenes del nucleo urbano. En concreto del edificio que alberga el Museo de las Villas Pasiegas (3 €) .
Y, fundamentalmente, tres instantáneas de su tradicional plaza.



miércoles, 11 de noviembre de 2009

Puerto de Las estacas de Trueba

Una opción para continuar ruta desde Lunada es bajar hasta Las Machorras y retroceder por el Puerto de Estacas de Trueba.

Al pasar la cumbre podemos ver la pirámide de Castro Valnera.

En este punto se abra un nuevo paisaje espectacular, similar al de la Lunada en cuanto a paisaje o vegetación, pero formando un valle mucho más cerrado.


En la parte baja la vegetación arbolada va siendo mayor. Vemos la estación de Yera, del malogrado Santander-Mediterráneo, en un precioso bosquete. Esta estación no se llegó a usar nunca.

Desde aquí, podemos remontar a pie los aproximadamente 3 kilómetros que llevan hasta la boca norte del túnel de La Engaña, siguiendo un valle anexo que aparece en la siguiente imagen.
Otra imagen más de la parte baja, ya cerca de Vega de Pas.

martes, 10 de noviembre de 2009

Puerto de Lunada

Desde La Concha (topónimo que ya nos da pistas), el valle del Miera se abre ante el antiguo circo glaciar. Empezamos a subir el tramo principal del mítico puerto de Lunada, por unas laderas en su mayor parte desprovistas de árboles. Un paisaje que realmente cautiva. Este puerto tiene el dudoso honor de ser de los que más días está cerrado por nieve de topo el país, creo que más porque no lo limpian que porque nieve en exceso.

Relativamente cerca de la cumbre, en una cerrada curva a la derecha encontramos el acceso al mirador de Cuevaelrroyo (ahora "cantabrizado" como Cuvulrruyu). La pena es que no hay mucho sitio para aparcar. Superamos unas escaleras y llegamos a un amplio espigón rocoso, en donde nos esperan unas muy generosas vistas.
A nuestros pies, el valle del joven Miera. En el centro de la panorámica, un tanto hacia la izquierda, el relicto hayal de la Zamina y, al fondo a la derecha, la bahía de Santander.
Si giramos la mirada hacia la izquierda, podremos analizar el tramo esencial de la ascensión, bajo la atenta mirada de la mole de Castro Valnera. Hemos de darnos cuenta que este valle fue el que más sufrió la presión de la tala para las fábricas de cañones de Liérganes y La Cavada.




Con un poco de suerte, podremos contemplar los buitres sobre nuestras cabezas, para completar la estampa.


No me resisto a reproducir la poesía de Gerardo Diego, que se recoge en una placa situada en este mirador.

Río Miera ¿quién te vio
más arriba de San Roque,
brincando de lastra en lastra
burlando alisas y robles?

De peñas te descolgastedesgarrándote en jirones,
sin torcerte los tobillos
en las quiebras de las hoces.
Altos cantares de nieblas
aprendiste de pastores
y según bajas riendo
vas robando corazones.

Mozo, te festeja Liérganescon arco de puente noble
y tu pecho ya se ensancha
para reflejar honores.
Quien te vio allá, río Miera,
y te ve manso de roces
dilatándote en toneles
y cubas de sombra y bosque,

antes de agrietar los labioscon la sal del puntal norte,
río Miera, quien te viera
y te ve no te conoce.
En brazos de la marea,
una vez luz y otra noche,
dos veces al día mueres
de azul belleza salobre.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Rubalcaba

Si empezamos a remontar, desde Liérganes, el rio Miera, enseguida llegamos al barrio de Rubalcaba. En el mismo podemos disfrutar de un nuevo puente medieval.
Y, a la altura del mismo, una gran casa montañesa.
El balcón en esquina y el escudo son dignos de mención...

Pero, si hago mención a esta casa es porque, en la parte trasera de su vallado, encontramos la relativamente famosa "Cruz de Rubalcaba", sin duda el elemento arquitectónico de este tipo de mayor interés de Cantabria (declarada de interés cultural).


jueves, 5 de noviembre de 2009

Liérganes

Liérganes es un precioso pueblo de casas montañesas, un poco en la línea de Santillana del Mar, pero evidentemente a mucho menor nivel. Aunque, tal vez por ello, no está colapsado y no se tiene tanto la sensación de estar en un pueblo-decorado, sino que en verdad vive la gente en las casas. Aquí van algunas imágenes representativas.


Podemos destacar este evocador puente medieval sobre el rio Miera.
Y el llamativo palacio de la Rañada

También dispone desde hace un tiempo del Fluviarium, una especie de acuario de especies de agua dulce, algunas ya extinguidas por estos lares (eso sí, son 5 euracos). Liérganes también es famoso por la conocida como "Leyenda del hombre pez", que podéis leer aquí. A mí me parece muy bonita.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

La Cavada y Rucandio

La Cavada es un lugar relativamente famoso en Cantabria por haber albergado una fábrica de cañones fundada en el siglo XVIII. Esta fábrica, junto con la de su vecino Liérganes, son las causantes de que la configuración de los valles pasiegos sea la que contemplamos hoy, al haber despoblado la mayor parte de las masas boscosas para la fabricación de cañones. Un dato de oídas: se necesitaban 1500 hayas para fabricar un sólo cañón.

Sin duda el resto más representativo de aquella ápoca es el arco de entrada a la fábrica, en la que figura el nombre de Carlos III, y hoy paso para la carretera.

Por la localidad aparecen dispersos, a modo de museo al aire libre, algunos restos de la instalación militar

También se ven algunas casas de indianos, con interesantes jardines:


Muy cerca se encuentra la localidad de Rucandio, perteneciente, al igual que La Cavada, al municipio de Riotuerto. Lo más destacable sin duda es su momunental iglesia caracterizada por su torre de planta octogonal.

miércoles, 26 de agosto de 2009

El alto Pisueña

Muy cerca de Selaya podemos realizar una breve ruta de senderismo (en realidad es más bien un paseo, salvo quizas porque el sendero presenta cierta complicación en cuanto a barro y agua) por la zona cercana al nacimiento del Pisueña.
Se trata de un recorrido de menos de 5 kilómetros (entre ida y vuelta) que no implica nigún esfuerzo y que nos permite disfrutar del recorrido del riachuelo y de un entorno ganadero todavía bien conservado.

Para acceder al punto de inicio hemos de tomar la carretera que desde Selaya conduce a Vega de pas a través del alto de la Braguía. Nada más abandonar el núcleo de Selaya encontramos el carreteril que nos lleva a Pisueña. Aunque este último lugar no tiene un centro definido, al cabo de unos 3 kilómetros de avance llegamos a un pequeño ensanchamiento de la carretera, justo antes de un puente, y en el que podemos ver unos paneles explicativos de la ruta, señalada como de pequeño recorrido.

Para empezar debemos buscar las casas de la izquierda según se mira hacia los paneles, salvando unas escaleras que nos conducen a una pequeña iglesia recientemente restaurada. Entre la iglesia y las casas inferiores parte un sendero poco definido que hemos de seguir y que se introduce decididamente en un prado.

Lamentablemente olvidé redactar una descripción detallada de la ruta antes de olvidar los aspectos más concretos. Como regla general, además de buscar las marcas, hemos de tener en cuenta que el sendero nunca se aleja más de 100 metros del cauce y que hemos de atravesar en varias ocasiones tanto el centro de prados como el propio río.

Para quien disponga de GPS, aquí está la ruta colgada en wikiloc.


Durante el avance disfrutaremos de los prados, las cabañas (la mayoría semiabandonadas) y el río y bosque de ribera. De fondo observaremos los picones de Sopeña, que forman el marco de nacimiento de este rio. He aquí algunas imágenes.

En el último tramo, merece asomarse al curso del rio ya que abundan los pequeños saltos.


Al cabo de algo más de 2 kilómetros llegamos a un punto conocido como "La Garma", caracterizado por empinadas laderas piramidales herbosas. Podemos avanzar algunos metros más hasta la base de estas laderas, antes de emprender el camino de vuelta, que se realiza por el mismo camino.

Si nos convienen los horarios y fechas, podemos apuntarnos a las rutas guiadas gratuitas y sin inscripción previa, que realiza la red Cántabra de Desarrollo Rural. Entre otras se incluye esta ruta.

martes, 25 de agosto de 2009

Selaya

Un poco más al sur de Villacarriedo encontramos la Villa de Selaya, una de las tres villas pasiegas y centro neurálgico de la actividad comarcal.

Precisamente este carácter le ha hecho perder la mayor parte de su carácter rural en favor de la construcción de bloques de pisos de nula personalidad. Aquí os cuelgo una imagen rescatada de uno de los lugares de cierto encanto. La bolera rodeada por grandes ejemplares de plátano y en segundo plano uno de los grandes palacetes que aún existen.


Para recuperar el espíritu del sitio, es recomendable alejarse unos kilómetros hacia el este en dirección al afamado santuario de Nuestra Señora de Valvanuz, centro espiritual de la zona, como se demuestra en la concurrida romería que tiene lugar en el lugar cada 15 de agosto.

En todo caso, si no por lo visual, merece la pena acercarse a la localidad al menos para adquirir los famosos sobaos y quesadas (especialmente en Casa "El Macho") o la menos conocida carne de ternera de muy buena calidad.

viernes, 21 de agosto de 2009

Villacarriedo

Desde el municipio de Sarón podemos adentarnos en el curso medio y alto del Pisueña. Este rio tiene un trazado muy corto ya que su cuenca empieza antes del límite con la provincia de Burgos, en los picones de Sopeña, y acaba siendo tributario del Pas al cabo de unos 40 kilómetros. Os pongo fotos de alguno de los lugares más interesantes.

En Bárcena de Carriedo podemos contemplar un excelente roble junto a su iglesia, que queda un tanto empequeñecida por el mismo.


En Villacarriedo, lo más destacable es sin duda el impresionante palacio Barroco de Soñanes, hoy establecimiento hostelero.
En la pequeña finca que rodea al Palacio, se pueden ver interesantes Tejos y sobre todo una gran magnolia que oculta parte de la fachada principal.
Al lado del palacio se observa el antiguo Colegio de los Escolapios y un bloque de bonitas casas montañesas.
Siendo como soy, no podía abandonar Villacarriedo sin contemplar la agonizante, pero aún imponente Cajigona.