Breve recorrido al paisaje pasiego que parece llevarnos a un país y tiempo diferentes. A las estampas de cabañas, prados y laderas empinadas se unen una serie de preciosas cascadas y la impactante impresión del túnel de la Engaña y otros restos del malogrado ferrocarril Santander-Mediterráneo; sencillamente una de las caminatas más completas que podemos hacer para el corto esfuerzo que se requiere.
Dificultad: Media
Orientación (sin GPS con track o cartografía): fácil
Belleza: Muy Alta
Tiempo y distancia: 3 horas (11 kilómetros).
Situación
Desde Santander seguiremos la N-623 en dirección al puerto del Escudo. A la altura de Entrambasmestas tomaremos la serpenteante carretera que nos lleva a Vega de Pas. Una vez en este pueblo seguimos sin cambiar de dirección algo más de 3 kilómetros hasta que encontramos un pequeño hueco para dejar el coche, junto a un ancho camino que desciende a la derecha. Existen otros puntos desde donde se puede iniciar el recorrido, que se sugieren en el apartado comentarios.
Puntos de interés
Paisaje pasiego. Montes de Valnera y alrededores. Cascadas y saltos del arroyo Aján. Obras del Santander Mediterráneo (S-M).
Descripción de la ruta
Desde el punto donde dejamos el coche tenemos una bella perspectiva de la última parte del valle del río Yera, antes de que sus laderas se vuelvan casi verticales. La parte más baja está ocupado por cercados y cabañas pasiegas, la media por bosques de hayas y la más alta por las laderas empinadas cubiertas de helechos. Hacia el oeste, si el día está claro, se observan claramente los picachos de Castro Valnera.
Descendemos por el camino indicado y en unos instantes llegamos a un cruce. Nosotros seguimos hacia la derecha, pero podríamos optar por tomar la otra opción y con ello realizar el recorrido en sentido inverso. Tras unos rápidos zig-zags descendemos junto al río Yera que baja cantarín entre las piedras. El camino principal cruza la corriente de agua en dirección a unas cabañas, pero nosotros tomamos un sendero menos marcado que sigue dejando el río a su izquierda.
Entre cabañas en estado de conservación en general bueno (algunas están muy modificadas para ser más cómodas) llegamos sin mayores novedades a un camino más ancho y a una agrupación más consistente de edificios. Unas decenas de metros más adelante llegamos a una señalización hacia el Cañao de Aján, que seguimos girando hacia la izquierda y cruzando uno de los rústicos y bellos puentes que se extienden por la zona; éste tiene argamasa de refuerzo pero la mayoría están hechos sólo a base de piedra.
Una vez al otro lado del puente el camino se convierte en un sendero y gira hacia la izquierda, de modo que en cierto sentido tomamos una dirección inversa a la que traíamos hasta ahora, pero al otro lado del río. Vamos pasando junto a varias cabañas y entrando en el valle del arroyo Aján, que nos ofrece en los siguientes kilómetros una serie de bellos saltos y cascadas. Al menudo para poder verlos con amplitud deberemos buscar los pasos que nos acerquen hasta el mismo cauce. Se observan los signos de la práctica del deporte de descenso de cañones.
El sendero en sí también es muy bonito. Vamos ascendiendo entre las sombra de los árboles. En ocasiones vemos los restos de un antiguo empedrado bajo nuestros pies. Dejando un bello rincón tras otro remontamos algo más de los kilómetros por este valle, siempre con el cauce a nuestra izquierda. Tras un último tramo un poco más empinado llegamos a un puente muy bonito que hemos de cruzar (el sendero más marcado sigue tal dirección) un poco antes de que la unión de dos canales.
Una empinado pero corto zig-zag nos lleva junto a un gran y arruinado edificio que dio servicio a las obras del S-M. Hoy nos parece un lugar evocador y espectacular; pues está colgado de la ladera y forma una estampa muy plástica; pero debía de ser muy dura la vida para los que trabajaban en esta obra. Desde el camino llegamos en unos instantes a la base del ferrocarril: un ancho camino sobre el que nunca se llegaron a tender lar vías. Hacia la derecha encontramos la boca de un ancho túnel; que no es el túnel de la Engaña sino un aperitivo anterior de unos 200 metros. No muestra signos de mal estado así que lo cruzamos. Aunque está en curva, la luz es suficiente como para poder cruzarlo sin linterna aunque no será raro algún tropezón en el irregular piso.
Al otro lado la vegetación es más profusa y el hayedo acaba dominando las laderas. En unos instantes llegamos ahora sí a la boca del túnel de la Engaña, tal y como vemos en un grabado superior acompañado de su distancia: 6976 metros. Desde luego no tenemos ninguna intención de adentrarnos en el tenebroso lugar, del cual ya sabemos que ha sufrido grandes desprendimientos. Unos chorretones de agua que caen por sus paredes son harto indicativos. El túnel se encuentra rodeado de varios edificios que van siendo devorados por la maleza.
Volvemos sobre nuestros pasos y tras retomar el túnel que antes cruzamos seguimos caminando por el ancho camino por donde debió ir el ferrocarril. A nuestras espaldas tenemos una amplia perpectiva de esta parte de los montes del Somo, culminados por el collado de la Hormaza, con el edificio indicado en primer plano. Al poco cruzamos otro túnel, esta vez bastante más corto. Bajo nuestro pies tenemos el valle bajo del ríoYera y Vega de Pas. Llegamos a la boca de un tercer túnel, de unos 300 metros y decidimos buscar un sendero alternativo que sigue por la parte exterior de la montaña. Está algo tapado por los tojos y el árgoma, pero al ser ésta bastante baja se avanza sin mayores complicaciones.
Llegamos hasta una antena de comunicación. A partir de aquí el sendero mejora algo y conecta en breve con el otro lado del túnel. Tenemos un cuarto túnel, este mucho más corto. De frente observamos el perfil de Castro Valnera mientras que a los lados del camino la vegetación ha aumentado considerablemente. Tras unos 500 metros adicionales llegamos a la estación de Yera, que es la última obra que se realizó para el S-M. Desde este punto desaparecen los signos de la caja del ferrocarril. Su estampa a los pies de un cerrado hayedo es harto evocadora.
Desde la estación de Yera comienza una pista asfaltada que seguimos en su descenso durante unos instantes. Poco después nace un sendero hacia la izquierda que tomamos girando claramente hacia la izquierda. Volvemos a caminar entre cercados y cabañas tratando de no resbalar entre las húmedas piedras del sendero. No mucho después llegamos a unas cabañas mejor conservadas mientras el camino mejora claramente. Se nos ofrece la posibilidad de cruzar el río Yera, a cuya vera estamos nuevamente, pero las indicaciones siguen a este lado.
No obstante poco después, junto a una nueva cabaña, sí que cruzamos el río por un puentecito que parece sacado de un nacimiento. Desde aquí el sendero se convierte en pista y se aleja un poco de cauce. Ascendemos suavemente y en unos minutos alcanzamos el cruce que encontramos en el inicio del recorrido.
Comentarios
No escogí la mejor época del año (a mediados de septiembre el paisaje tiende a estar seco) ni la mejor hora (empezando por la tarde las fotos sufren las consecuencias) y aún así la ruta fue muy agradable. El avance es bastante sencillo salvo tal vez por algunos tramos empedrados que requieren más esfuerzo y concentración. El recorrido se corresponde con una parte del sendero de pequeño recorrido PR-S-75, que en realidad parte de Vega de Pas.
Partiendo de Vega de Pas hemos de recorrer casi dos kilómetros por la carretera hasta un cruce señalizado hacia la izquierda. Aún nos queda más de un kilómetro hasta llegar al cruce hacia el Cañao de Aján (con lo que la ruta completa representa unos 18 kilómetros); no obstante creo que es posible llegar hasta este punto con el coche.
Track de la ruta
Track de la ruta
Presentación con fotos de la ruta
jajajaja buena ruta si señor. La hice hace 2 años con la gente de Valles Paiegos: Ribera del Yera y del Ajan, y me parecio una pasada; tampoco negare, que por una vez, el hecho de ir ganando altura se me hacia fácil y no un suplicio (a excepción de las últimas rampas de la llegada a los edificios cercanos a uno de los tuneles).
ResponderEliminarProximamente la volvere hacer porque me dejo buen sabor de boca.
Pd: hablando de zona pasiega ¿has visto el reloj de sol que hay en la Peñuca?
Gracias por dejar un comentario. En realidad no sé que es La Peñuca.
ResponderEliminarCon lo cerquita que has estado y no lo has visto....... te dejo un enlace (con lo poco que me gustan los aerogeneradores, quien me iba a decir que ahora iban a poner monumentos en ellos):
ResponderEliminarhttp://antcastillog.blogspot.com.es/2009/10/reloj-de-sol-de-la-penuca.html
Tambien decirte que he puesto esta entrada en el grupo de Facebook Tunel de la Engaña
AH sí, ahora caigo. No me sonaba el nombre pero ya había oído hablar de ese reloj de sol. Habrá que verlo algún día.
ResponderEliminarEs una ruta preciosa, los antiguos molinos de ribera que hay en el recorrido es una pena que ahora sean viviendas particulares y no se puedan visitar, y si es en época de lluvias las cascadas del río lucen mucho más.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias por tu comentario
ResponderEliminarPienso hacer la ruta dentro de dos semanas.Entiendo que es una ruta de ida y vuelta..entonces la distancia a recorrer en total son 11km ó 22km?
ResponderEliminarNo. Es una ruta circular (o casi), con lo que sólo son unos 11km partiendo desde el mismo sitio del que lo hice yo. Partiendo de Vega de Pas tendríamos un tramo adicional de ida y vuelta, con lo que la ruta quedaría en unos 16 km.
ResponderEliminarAh vale.Entonces la banderita verde del track indica donde se puede dejar el coche.Y el recorrido total unos 11 km.
EliminarA principios de octubre haré la ruta a ver si el tiempo se porta! Gracias.
Sí, eso es. El paisaje mejora si coge algo verdor y loas arroyos caudal.
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