miércoles, 5 de septiembre de 2012

Ruta de Senderismo: El monte Canales

Caminamos hoy por este interesante robledal del monte Canales, poco conocido pese a ser uno de los más interesantes de Cantabria.


Dificultad: Media
Orientación (sin GPS con track o cartografía): Media
Belleza: Alta
Tiempo y distancia: 4 horas y media (17 KM).




Situación.

Por la Autovía A-67 hasta la salida de Santa Cruz de Iguña/Molledo/Barcena de Pie de Concha. Tomamos la carretera Nacional en dirección sur hasta el cruce de acceso a Molledo. Atravesamos esta localidad y al poco encontramos el cruce que hacia la derecha conduce a Silió. Aparcaremos junto a su interesante iglesia románica, hacia el final del caserío.

Puntos de Interés

Iglesia románica de Silió. Entorno del río Erecia. Robledal del monte Canales. Vistas sobre el Valle de Iguña.

Descripción de la Ruta

Tras contemplar la iglesia (también podemos dejarlo para el final) partimos por la ancha calle que nace hacia el este desde el mismo ábside de la misma. A medida que avanzamos vemos que en el caserío de Silió existe esta mezcolanza típica de muchos lugares de Cantabria entre la arquitectura popular y contemporánea. Terminado el caserío el trazado sigue estando asfaltado transitado ahora paralelo al río Erecia (que nos acompañará durante la primera parte del recorrido).

Cruzamos el curso de agua siguiendo en todo momento la carretera y pasamos junto a un área recreativa. Tras un tramo de fuerte ascenso en el que nos alejamos del río llegamos a una altura de una portilla canadiense. Inmediatamente viene un ramal a la izquierda que ignoramos y al poco el asfalto se transforma en hormigón y finalmente en tierra. En los últimos metros el paisaje es más abierto, permitiéndonos contemplar el valle donde crece el bosque al que nos dirigimos.


Hacia los dos kilómetros llegamos a una clara bifurcación. El camino de la izquierda continúa por la ladera en dicección al valle del Pas, mientras el de la derecha, que es el que tomamos, nos acerca de nuevo al río. Al poco cruzamos el curso de agua y entramos en el bosque del Monte Canales, en donde los esbeltos robles son predominantes, si bien en la parte alta las hayas tomarán el papel protagonista.

La claridad del camino, en los siguientes kilómetros no hay que prestar atención a cruces, nos permite disfrutar de esta bella masa forestal y casi no nos daremos cuenta de que vamos ganando altura poco a poco. Tampoco nos daremos cuenta como la dirección original, oeste, va pasando a ser dirección sur.

Hacia el kilómetro 7 pasamos junto a un refugio y cruzamos el río. Unos cientos de metros después volvemos al lado derecho del mismo y al poco llegamos a un cruce en donde el camino de la izquierda cruza el arroyo por un vado (no hay puente) mientras que el de la derecha, que es el que tomamos, gira bruscamente. Al poco llegamos a otra revuelta de modo que recuperamos la dirección original.

Las hayas ya se han hecho dueñas del paisaje. No mucho después el camino empeora visiblemente convirtiéndose en un sendero. Casi inmediatamente, nada más cruzar un arroyo con ayuda de unas piedras, abandonamos definitivamente el río Erecia al tomar un desvío que asciende por la derecha. Este sendero al girar transita unos metros hacia el noroeste, pero luego llega a una fuerte curva que lo deja otra vez en dirección sur.

Llegamos al poco a una nueva bifurcación, de similar aspecto a la anteriormente comentada, en la que de nuevo hemos de decidirnos por el camino de la derecha. Con un poco de atención, pues este tramo es el menos definido de todo el recorrido llegamos a un claro del bosque ocupado por helechos. En este punto el sendero más definido parece ir hacia la izquierda pero nosotros vamos hacia la derecha, justo entre el borde de los helechos y el bosque.

Avanzaremos así apenas uno 100 metros, en este punto giramos casi 180 grados y nos ponemos de frente a una cumbre ondulada. Tomando esta cima como referencia, avanzamos por el sendero que se descubre entre los helechos, y que yendo ligeramente hacia la derecha alcanza un arroyo que hemos de cruzar. Al otro lado del arroyo la senda recupera la dirección original, paralela al arroyo aunque un poco alejada del mismo. Unos doscientos metros después el propio sendero gira hacia la derecha y acabamos llegando a un calvero cubierto por una pradera más despejada donde son protagonistas los acebos.

Aquí el sendero se difumina un poco. Trataremos de caminar sin perder altitud, quizás ascendiendo un poco, hasta descubrir la continuación del sendero al otro lado del claro. De esta manera llegaremos a un segundo calvero, en cuyo centro se encuentra un pilón para el ganado. Desde el mismo pilón va naciendo un sendero. Como referencia de nuevo trataremos de no ganar ni perder altitud.

Tras un último tramo boscoso salimos a una zona más despejada, en donde tendremos las mejores vistas del valle del río Erecia y el monte Canales. Enseguida cambia el paisaje pues llegamos al cordal de estas pequeñas elevaciones, a 850 metros, ocupado por una larga valla ganadera.

El propio sendero nos conduce a un paso de la valla, alcanzando de esta manera la otra vertiente y continuando por un camino mucho más marcado. Ante nosotros se abre un amplio valle dominado por amplias praderías y cerrado por la cumbre del pico Jano, ocupada por diversas antenas.

Empezamos a descender paralelos a la valla hasta alcanzar un marcado cruce. El camino frontal (alternativa que se comenta brevemente en la sección comentarios) continúa por la misma dirección pero nosotros tomamos el de la izquierda, de modo que descendemos con rapidez. El siguiente tramo es bastante homogéneo. El camino que llevamos transcurre entre bucólicos parajes para el ganado y realiza varios cambios de dirección, siempre descendiendo. Bajo nosotros observamos el amplio valle de Iguña, fuertemente antropizado.

Termina el descenso con una serie de consecutivas revueltas que nos dejan orientados hacia el Norte. Nada más cruzar un arroyo llegamos a un cruce en el que abandonaremos el camino principal por otro que nace hacia la derecha.

Caminamos ahora junto a prado vallados. Rechazamos dos caminos que ascienden hacia la derecha y otro que desciende hacia la izquierda. Poco después aparece un tercer camino hacia la derecha, que es el que hemos de tomar. En unos 50 metros hemos de superar una valla y continuaremos en dirección noroeste, cruzando varios vallados, y desembocamos en una pista asfaltada que sin cambiar de dirección nos conduce en poco más de un kilómetro a Silió.

Comentarios

El recorrido descrito se corresponde con el sendero de pequeño recorrido PR-S-42. Ruta un poco larga pero no muy dura. La orientación dependerá de la conservación de los senderos en la parte central del trazado. En otoño e invierno puede haber cacerías.

Al parecer existe un trazado alternativo que nos permite acortar algo el recorrido sin detrimento de su belleza. No lo realicé con objeto de ceñirme al trazado del PR lo más fielmente posible: En el cruce que encontramos cercano al vallado de la parte alta continuamos de frente en lugar de descender. Continuaremos así durante aproximadamente kilómetro y medio donde al parecer existe un camino que desciende hacia la izquierda y que se acaba transformando en la pista asfaltada que mencionamos en la parte final de la descripción.

Track (puslar en el círculo verde para más información)




Presentación con fotos:

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