martes, 25 de octubre de 2011

Ruta de senderismo: El Pico Jano

Desde casi cualquier punto de Liébana tenemos preciosas vistas de las montañas que lo circundan, pero tal vez el mirador más completo es este Pico Jano, situado prácticamente en el centro de la comarca. Sólo las vistas desde la cima justifican esta relativamente sencilla ruta, pero además durante el acceso disfrutaremos de variados bosques y paisajes.

Dificultad: Media
Orientación (sin GPS con track o cartografía): fácil (ver comentarios)
Belleza: Alta
Tiempo: 3 horas (10 kilómetros)

Situación

Desde Santander deberemos seguir la A8 en dirección a Oviedo hasta la salida de Unquera. Desde aquí seguiremos la N-621 en dirección a Potes. Al cabo de unos kilómetros entramos en territorio de Asturias y cruzamos Panes. Más adelante nos internamos en el Desfiladero de la Hermida. Terminado este largo paso de más de 20 kilómetros llegamos a Potes. De las carreteras que salen de este pueblo tomaremos la que conduce al puerto de San Glorio, continuación de la Nacional 621. En el kilómetro 13 encontramos el cruce que, hacia la izquierda, conduce al pueblo de Dobarganes. Dejaremos el coche en una calle llana y ancha que separa los dos barrios del lugar.
Puntos de interés.

Vistas desde todo el recorrido y muy especialmente desde la cima. Variedad de bosques.

Descripción de la ruta.

Durante los últimos kilómetros habremos ido ganando altura por la subida del puerto de San Glorio, avanzando por el valle del río Quiviesa, que coincide con el municipio de Vega de Liébana. Dobarganes se encuentra ya a 960 metros de altitud, lo que nos permite disfrutar de una buena perspectiva de este valle, culminado por Peña Prieta con sus más de 2500 metros, y además reducir la pendiente que habremos de superar.

Comenzamos a andar por el camino que se abre entre unos contenedores y una casa con unos rústicos canes en su tejado. Encontramos un cartel indicador del PRS-95, que será nuestra orientación durante prácticamente todo el recorrido.


Los primeros metros nos ponen en acción de manera inmediata, ya que ascendemos de manera brusca en varios zig-zags. A los 250 metros nos incorporamos a un camino más ancho que sigue ascendiendo. Muy pronto llegamos a un cruce en donde seguiremos por la izquierda. Avanzamos por el camino acompañados por un bosquete de finos robles, pero tan sólo unos centenares de metros después, siguiendo las indicaciones, tomamos un sendero que nace en el lado izquierdo.


El sendero avanza ahora por una zona con ejemplares de mayor porte, prácticamente sin desnivel, y muy pronto llegamos a un estanque artificial. Comenzamos a bordear el estanque dejándole a nuestra derecha hasta llegar a una indicación donde podemos acercarnos a los restos de un pequeño conjunto megalítico.

 


De vuelta junto al estanque seguimos bordeándolo hasta llegar junto a un rústico pilón. Lo dejamos a nuestra izquierda y comenzamos a ascender por el sendero. El bosque en esta zona se aclara pero los ejemplares son siendo cada vez más notables.


Tras un fuerte repecho alcanzamos un camino mucho más ancho; pero no lo tomamos sino que seguimos el sendero al otro lado del camino. El sendero herboso alterna tramos de ascenso más duro con otros más moderados, cambiando de dirección varias veces, pero siendo en general fácil de seguir gracias a la señalización. Podemos aprovechar los momentos de descanso para seguir viendo el valle que está a nuestras espaldas.
 


Superados los dos kilómetros de avance la pendiente se suaviza y cambiamos de vertiente, apareciendo las primeras hayas y las primeras vistas sobre el macizo central de picos de Europa. Seguimos viendo hayas y robles de muy buen tamaño. Al poco llegamos a una zona con gran cantidad de roca suelta, si bien la dejaremos a nuestra izquierda mientras avanzamos por una zona en que la pendiente vuelve a ser bastante acusada.


 Superado este duro tramo llegamos junto a un pequeño bosquete de acebos, cuyo tronco supera en algunos casos el metro, lo cual es muy poco habitual en este tipo de árbol. Junto a los acebos el sendero gira hacia la derecha para acercarse definitivamente, entre altas escobas, al cordal de esta pequeña línea de montes que desciende desde San Glorio. Una vez en el cordal nos encontramos con un camino más marcado que, hacia la izquierda, en unos trescientos metros nos lleva a la cima de Pico Jano (1450 metros).






Las vistas son ciertamente excepcionales. La cara sur de los Macizos Central y Oriental de Picos de Europa, El desfiladero de la Hermida, la Sierra de Peña Sagra, la Sierra de Peña Prieta y los valles lebaniegos. Habremos alcanzado la cima en unos cuatro kilómetros.


Para seguir nuestro recorrido continuamos por el cordal descendiendo en dirección NE hasta llegar a un collado herboso en donde se aprecian algunos restos de túmulos. En este punto nos desviamos hacia la derecha, pero no hacia el fondo del vallejo que aquí nace, sino hacia un sendero fácil de identificar que aparece algo más hacia la izquierda.




Esta zona está despejada de arbolado, de modo que podemos observar el vértice geodésico de pico Jano durante bastante tiempo. Descendemos prácticamente sin cambiar de dirección, pese a que a veces el sendero parece difuminarse, hasta que a los 5 kilómetros y medio nos incorporamos a un camino más marcado que sigue descendiendo.
Este nuevo camino discurre por un bello bosquete de finos robles, y continúa descendiendo en dirección sureste. Así seguiremos descendiendo rápidamente sin mayores novedades hasta el kilómetro siete, donde el camino gira bruscamente hacia la derecha y nos permite contemplar de nuevo el Pueblo de Dobarganes. Al poco se nos incorpora un camino desde la derecha e inmediatamente vemos un sendero protegido por un cable eléctrico, también a la derecha, que hemos de tomar.
 

El siguiente tramo de sendero avanza entre prados semiabandonados. Al poco gira hacia la izquierda, desciende por un vallejo y se encuentra, en el kilómetro 8, con un camino más ancho que desemboca en un cruce.



Tal y como indica la señal del sendero hemos de seguir hacia la derecha, ascendiendo un poco, hasta encontrarnos con un nuevo estanque. Seguimos por el camino, que bordea un bloque de peñas que se encuentra sobre Dobarganes. Tras ignorar un sendero que asciende hacia la derecha nos encontraremos con varias opciones para descender hacia la izquierda; pero las ignoraremos de manera que no perdemos altura e incluso terminamos ascendiendo un poco antes de llegar a Dobarganes.


Avanzamos por este barrio, en donde encontramos elementos de arquitectura rural de cierto interés, por la calle más alta hasta que al poco damos con nuestro vehículo.


Comentarios.


La ruta corresponde en principio con el trazado de sendero de pequeño recorrido PRS-95, si bien en el kilómetro 5,5 no encontré la marca de señalización, transcurriendo por otro trazado también habitual, hasta recuperarlo de nuevo en el kilómetro 8. La señalización no obstante es bastante buena, con más de 40 pilotes. No obstante al haber tantos cruces aumenta el riesgo de desorientación y además se está a expensas del mantenimiento a largo plazo tanto de la señalización como de los tramos más estrechos del sendero. De hecho he renunciado a incluir en la descripción imágenes de todos los cruces, pues ésto sería inacabable.

Ruta sencilla, pese a varios repechos bastante duros que cada uno ha de adaptar a su ritmo. En la zona de la cima es habitual encontrarse con perros pastores pero con un poco de calma se puede continuar. Es evidente que si en todas las rutas el tener un día claro es muy importante, en esta es un factor determinante.

En mi canal de You tube colgaré un vídeo de las vistas desde la cima.

Track de la ruta:



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