miércoles, 27 de julio de 2011

Iglesia mozárabe de Santa María de Lebeña

En el tramo final del desfiladero de la Hermida nos encontramos con esta joya del arte prerrománico.  A la entrada los restos del antiguo tejo, árbol sagrado de la tradición cántabra. Cayó en 2007 por un temporal, si bien desde antes se le notaban las huellas del paso de los años.


Cuenta la tradición que el templo fue fundado a principios del siglo X por los condes de Liébana, con el objeto de destinar los restos de Santo Toribio. Cuando quisieron trasladar las reliquias desde su ubicación quedaron ciegos y, no sólo desistieron de su intención inicial, sino que donaron el nuevo templo al monasterio de Santo Toribio.


En el siglo XII y siguientes el monasterio pasó a propiedad del moderoso cenobio burgalés de San salvador de Oña.

En la parte posterior se observan un centenario olivo. Al parecer su plantación obedece a su carácter como símbolo del cristianismo, en oposición o más bien en compenetración con el símbolo pagano que representaría el tejo.


Para saber más sobre el lugar y su historia.

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Como me marcho de vacaciones no habrá nuevas entradas hasta el veintitantos de agosto. Feliz verano.

martes, 19 de julio de 2011

Balneario de La Hermida

El pueblo de La Hermida se encuentra prácticamente a mitad del largo desfiladero (más de veinte kilómetros) al que da nombre. En el lugar exite un relativamente famoso balneario.


Según cuentan, los menos pudientes se suelen o se solían remojar en unas pozas que existen en el río junto al balneario.

Hace poco se ha abierto en La Hermida una vía ferrata para los más aventureros. Desde la localidad también podemos acceder al pueblo de Bejes, lugar de quesos y punto de partida de rutas montañeras.

martes, 12 de julio de 2011

Senda minera Urdón-Tresviso

Una ruta que sin ser plenamente montañera es una de las más famosas de Picos de Europa. Ascenderemos desde la parte más baja del sobrecogedor desfiladero de la Hermida, a tan sólo 70 metros, hasta el pueblo de Tresviso, a 850 metros, por un antiguo camino minero que supuso, hasta la construcción de la carretera desde Asturias, la única conexión de este pueblo con el resto de Cantabria. Los paisajes que se contemplan e incluso el propio sendero forman parte de las imágenes más características de esta zona.
 
Dificultad: Alta
Orientación (sin GPS con track o cartografía): Muy fácil
Belleza: Muy Alta
Tiempo: 4 horas y media (13 kilómetros)

Situación

Desde Santander deberemos seguir la A8 en dirección a Oviedo hasta la salida de Unquera. Desde aquí seguiremos la N-621 en dirección a Potes. Al cabo de unos kilómetros entramos en territorio de Asturias y cruzamos Panes. Más adelante nos internamos en el Desfiladero de la Hermida. Pasado el desvío a la localidad de San Esteban llegamos a Urdón justo en el momento en que volvemos a ingresar en Cantabria. El lugar tan sólo dispone de un edificio a mano derecha y un pequeño espacio para aparcar a la izquierda.

Puntos de interés

Garganta del río Urdón. Central hidroeléctrica de Urdón. Sendero. Desplome de la Vargona. Vista desde el Balcón de Pilatos. Prados de Montaña. Pueblo de Tresviso.

Descripción de la ruta.

Comenzamos a andar por el camino que remonta el río Urdón y a escasos metros dejamos a la izquierda el acceso a la central hidroeléctrica de Urdón, que enseguida contemplamos. Por la parte trasera llegamos a un puente por el que pasamos al otro lado del río mientras observamos las cristalinas aguas, efecto también creado por el contenido en minerales.





Por un precioso sendero avanzamos sin ninguna dificultad hasta llegar a la zona de Entrelospuentes, en donde cruzamos dos bonitos puentes de piedra. Mirando de frente observaremos bastante por encima de nosotros una encina aislada y deberemos mentalizarnos de que debemos llegar hasta allí…y todavía ascender bastante más. Afrontamos un primer ascenso de tan solo unos minutos y volvemos a llanear, a una altura bastante superior.




Al poco llegamos a un punto en el que nos encontramos con una pared rocosa y parece no haber continuación posible. Para continuar deberemos ascender (casi trepar) por una empinada canal (Canal de la Cerrosa) que asciende por nuestra derecha. Los continuos zigzags apenas mitigan el esfuerzo pero finalmente llegamos al punto donde el camino abraza la roca para salir de la Canal.




Un esfuerzo más y llegamos a la Vargona, un saliente casi vertical sobre el río Urdón. El sendero salva este tramo mediante un continuo giro que nos permite ver lo que hemos avanzado (pasamos junto a la encina citada) …y lo que aún nos queda; una pedregosa ladera por la que asciende el antiguo camino. Como referencia tenemos a nuestra derecha una primera torreta eléctrica, que está situada prácticamente a mitad de ascensión y en lo más alto observamos otra torreta, correspondiendo al punto en el que lo más duro de la ascensión queda atrás.





Así que continuamos en dirección a la primera torreta, punto que también podemos dejar a un lado. En este punto donde se han habilitado algunos bancos de piedra se ubicaba la antigua Posá de Ciabedo y como dato para reflexionar deberemos saber que hasta aquí se trasportaba el mineral con caballerías, realizándose el tramo inferior con carros tirados por bueyes.

Como paciencia y esfuerzo llegamos a una curva en donde el sendero se vuelve a abrazar a la roca, bordeada por murete adecuado para descansar unos minutos. Es el balcón de Pilatos. Desde aquí tenemos la vista más característica de toda la ruta. Muy por debajo de nosotros ha quedado el increíble saliente de La Vargona y podemos contemplar la parte alta de la Canal del Urdón y de frente la boscosa sierra de Bejes. Sobre la vertical de la Central hidroeléctrica observamos en la lejanía un edificio en donde se encuentra la tubería que cae a plomo para suministrar el agua a la central.




Unas revueltas más y por fin llegamos al final de la parte central de la ascensión. Sobre nosotros observamos las primeras praderas de montaña y el sendero se hace prácticamente llano y recto. Pasamos junto a una antigua boca de mina y tras girar un poco a la derecha observamos, en la continuación de la línea eléctrica, por primera vez el pueblo de Tresviso, no muy por encima de nosotros.

Llegamos a las cabañas que constituyen los invernales de Prías, en donde se encuentra una pequeña fuente con pilón y afrontamos con decisión unas nuevas revueltas, sabiendo que son las últimas. Aparece ante nosotros el macizo de Ándara, con el pico Mancondiú (1999 metros) y llegamos al punto en el que el sendero pasa a ser un camino enlosado, tan solo unas decenas de metros antes de Tresviso. En este punto existe una mesa de madera en donde disfrutar del merecido descanso.





Tresviso se desparrama por una hondonada refugiada de los vientos. El turismo parece compensar su aislamiento y las casas aparecen cuidadas. La iglesia es un edificio moderno realizado con donaciones del Marqués de Valdecilla.



El regreso lo haremos por el mismo camino.

Comentarios.

Pese al desnivel de unos 800 metros en poco más de 6 kilómetros esta ruta es relativamente asequible dado lo bien conformado que está el camino y no existir la más mínima dificultad técnica; aunque se debe afrontar con un mínimo de preparación y hay que saber a qué atenerse.

Lo bien marcado del camino puede llevar a relajarnos y no hace falta hablar mucho de lo que puede suponer un resbalón en el momento menos oportuno. En todo caso no se debe despreciar el descenso pues nuestras rodillas lo notarán.

La consejería de medio Ambiente de Cantabria editó hace un tiempo un completo folleto interpretativo de la ruta, en cual se puede descargar aquí.

Para los más montañeros esta ruta les queda ya un “poco sosa”, con lo que se ha puesto de moda un recorrido alternativo partiendo desde San Esteban (en Asturias) que a través de la llamada Pasá del Picayu (que implica cierto peligro) llega a Tresviso y desciende por este sendero. Naturalmente para ello se debe disponer de dos vehículos.

Aquí os pongo un vídeo con más fotos y una panorámica desde el Balcón de Pilatos.


martes, 5 de julio de 2011

Linares

Por el collado de la Hoz entramos en el municipio de Peñarrubia, ya en la cuenca del río Deva. En primer punto de interés es la torre medieval de Linares.


Desde aquí descendemos rápidamente al conocido desfiladero de La Hermida.