viernes, 25 de septiembre de 2009

Ruta de senderismo: Monte Candina

El macizo del Candina destaca por su cercanía al mar y por las formaciones calcáreas, cubiertas de lapiaces y dolinas. Pero la mayor peculiaridad radica en que dispone de las únicas buitreras situadas directamente sobre el mar, al estar los farallones rocosos directamente situados sobre el mismo. Lo escarpado del monte le hace parecer más alto de lo que es en realidad, ya que con sus 470 metros es sensiblemente más bajo que el cercano monte Cerredo (más de 600 metros).
Dificultad: Media
Orientación (sin GPS con track o cartografía): Media
Belleza: Normal
Tiempo: 3,5 horas (7 KM)

Situación.
Por la autovía A-8 dirección Bilbao. Tras pasar las salidas a Laredo, y ya en el macizo del Monte Candina, tendremos la salida a Oriñón-Liendo (km 164). Seguimos un par de kilómetros por la carretera vieja y vemos un espacio a nuestra carretera cuyo origen está en un antiguo tramo de carretera y habilitado como lugar de aparcamiento.

Puntos de Interés
Macizo del Candina. Hoyas. Alto Candina. Vistas sobre el mar. Los Ojos del Diablo. Buitreras.

Descripción de la Ruta
Desde este lugar de aparcamiento, más bien al final del mismo, hemos de identificar una senda que se introduce en la espesura de helechos con orientación perpendicular a la carretera, y que asciende de forma decidida por la vaguada situada al norte. Al poco superamos una portilla para el ganado y avanzamos por un sendero muy marcado y bastante empedrado entre encinas y carrascas.
Al cabo de unos 15 minutos de ascensión podemos tomarnos un pequeño respiro al llegar a un
pequeño collado. De Frente observamos un bloque rocoso (no es el Candina, aún queda mucho) y a nuestro pies una hondonada a la que hemos de descender siguiendo el camino.
En nuestro descenso vemos aparecer otra hoya a nuestra derecha aún más profunda.
Tras alcanzar la parte baja el camino vuelve a ascender por el otro lado de la vaguada, a medida que la vegetación arbustiva va desapareciendo y queda limitada a matorral, y gira hacia la izquierda hacia la parte inferior de un pequeño frente rocoso. Al final del mismo, el camino gira a la derecha para dejarnos contemplar una nueva hoya y un nuevo macizo. Contaremos otros 15 minutos desde el primer collado hasta este segundo.

Bordeamos la nueva hoya, ocupada por encinas por la parte sur, en dirección a un cartel explicativo destrozado y un panel señalizador que no nos sirve para la excursión de hoy. Continuamos bordeando ahora hacia el norte, en ligera ascensión y al poco, en las cercanías de un buen ejemplar de encina, el camino gira algo hacia la derecha y se introduce por un paso estrecho hasta llegar a una campa en la que pastan algunos animales domésticos.
El bloque montañoso se sitúa ahora más bien a la izquierda y hacia él sigue el sendero que por
momentos se difumina. Como orientación deberemos seguir la vaguada por su parte izquierda, en ligera ascensión y casi sin cambiar de dirección respecto a la que traíamos.

Si no nos hemos equivocado llegaremos a una zona en la que aparecer restos de grandes muros de piedra que parecen un yacimiento arqueológico y que en realidad se tratan de los restos de una antigua explotación minera. De frente tenemos las primeras vistas sobre el mar, aunque aún con impedimento de la última parte del bloque montañoso.
Siguiendo por la senda llegamos a lo que era el antiguo camino de servicio de la explotación minera y lo tomamos hacia la izquierda ascendiendo unas decenas de metros hasta llegar al punto donde tenemos la vista general del macizo de Candina. Una especie de circo pedregoso en la que el monte Candina aparece hacia el noroeste, identificable por el vértice geodésico. Por la izquierda podremos identificar la senda por la que volveremos al regresar de nuestro recorrido circular y a la izquierda una ruta marcada con pintura amarilla que recomiendo ignorar ya que aunque conduce a unas vistas espectaculares el avance es muy dificultoso y podremos disfrutar de vistas similares más adelante.

Continuamos por tanto por el antiguo camino minero en leve descenso hacia una hoya que constituye el fondo del monte Candina. Al cabo de unos centenares de metros podremos descubrir en la ladera derecha unas grandes oquedades conocidas como Ojos del Diablo.
Desde el final del camino es muy fácil desviarse hacia estas oquedades, desde las que tendremos inolvidable imágenes de la conocida como Ballena de Sonabía (entrante rocoso que se introduce en el mar) y sobre una gran extensión de perfil costero y marítimo, incluyendo el monte Cerredo que citábamos anteriormente. Los buitres e incluso algún alimoche son compañeros inseparables en esta zona, contrastando su vuelo sobre el azul del mar.

Desde este punto las rutas se difuminan existiendo varias opciones de continuar la ruta. La que se propone consiste en regresar hasta el punto donde termina el sendero minero y continuar prácticamente por el centro de la gran hoya, dejando la dolina más profunda a la izquierda. Si seguimos en esta dirección veremos casi de frente (un tanto a la izquierda) un pequeño depósito de plástico con agua para el ganado. Alcanzamos el mismo y podemos tomar dos opciones. Por la opción más al norte llegamos a un pico gemelo del Candina (e incluso unos metros más alto), y desde ahí llegamos a este último por el propio cordal.

La segunda opción es descubrir entre los helechos la senda que asciende directamente al Candina. Como referencia hemos de mirar la parte más alta de la hoya y contar 3 hayas de derecha a izquierda. La senda se dirige casi de forma directa hacia la central, pasa junto a la misma y alcanza el peñasco que constituye el Monte Candina.
Los paisajes que se ven desde este punto son muy amplios. Además de los valle interiores, tendremos una buena perspectiva del monte Cerredo y la costa vasca. Los ojos del diablo, la ria del Asón, escoltada por el puntal de la Salvé de Laredo y el monte Buciero de Santoña, y el valle de Liendo, sin excluir un amplio panorama marino.

Para continuar hemos de descender unos metros y seguir la senda principal de ascensión, con orientación sur y que desciende muy paulatinamente, y no hacia la hoya sino casi paralela al cordal hasta salir a una nueva hoya que no habíamos visto hasta ahora. Las aisladas marcas de pintura roja y blanca son de gran ayuda.
Continuamos por la parte superior derecha de la vaguada y llegamos a una zona de grandes rocas muy cerca ya del antiguo sendero minero. Tratamos de alcanzar el mismo por la senda correcta. Una vez conseguido, no queda sino desandar lo andado.

Comentarios

Puede parecer desproporcionada una medición de 3 horas para hacer 7 kilómetros pero hay que tener en cuenta que, en toda la ruta pero sobre todo al final, el suelo es muy pedregoso y dificulta el avance. En este sentido, también hay que tener cuidado de no arriesgarse a una torcedura de tobillo o alguna lesión peor.
Por otro lado, en el último tercio de la ascensión no es difícil perder el sendero. Relacionado con lo anterior, y teniendo en cuenta especialmente la abundancia de hoyas en la zona, es especialmente poco recomendable realizar esta ruta en caso de niebla, salvo que dispongamos de un gps con la ruta integrada o conozcamos previamente la zona.

Por último, hay que ser cuidadoso e incluso evitar el aproximarnos a los cortados en época de cría de los Buitres, que coincide aproximadamente con la primera mitad del año.


Track en wikiloc:

6 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho este post.

    Voy a Cantabria en diciembre y gracias a tu blog ya estoy tomando nota de los lugares que me gustaría conocer.

    He estado antes en la parte occidental de Cantabria, desde Pechón a Santillana del Mar y por el interior (la Neo-cueva y El Soplao). Ahora me toca conocer la parte oriental de Cantabria.
    Un saludo
    Carmen

    ResponderEliminar
  2. Gracias por la opinión. Yo como soy un poco cuadriculado he empezado por la parte oriental y luego me iré desplazando por el interior hacia el centro y finalmente hacia el occidente, donde en principio hay más densidad de lugares de interés (o al menos más conocidos).
    Ya he visitado bastante lugares más que iré publicando aquí por lo que te animo a seguir leyendo, aunque con seguridad en el periodo invernal habrá un fuerte parón.

    ResponderEliminar
  3. yo he subido varias veces incluso desde la playa de sonabia. lo ideal es dejar un coche en liendo y otro en sonabia, subir por liendo y bajar hasta la playa de sonabia

    ResponderEliminar
  4. Muy bien explicado el recorrido,hemos subido hoy con silu,nuestra golden, y fenomenal,eso sí hay k tener cuidado con las piedras que los tobillos se resienten. Ha hecho una tarde preciosa, las vistas impresionantes.gracias x este blog. Vamos a hacerlas todas,asi k te vamos contando.saludos

    ResponderEliminar
  5. Muchas gracias Silu. Este tipo de comentarios son muy importantes. A ver si retomo las rutas y al menos termino con la parte de Liébana.

    ResponderEliminar