viernes, 4 de junio de 2010

Puente San Miguel y Valles

Tras dejar atrás Novales llegamos al municio de Reocín, cuya capital es Puente San Miguel. Esta localidad tiene ya cierto tamaño, debido a su cercanía con Torrelavega y a la presencia de una planta de Bridgestone.

Aún así aún conserva cierto encanto rural en las calles más céntricas. Junto a los mismos encontramos el pequeño parque de La Robleda, en el que se levanta la casa de Juntas la que se reunían los representantes de los nueve Valles: Alfoz de Lloredo, Cabezón de la Sal, Cabuérniga, Camargo, Cayón, Penagos, Piélagos, Reocín y Villaescusa, en lo que tradicionalmente se ha considerado el germen de la provincia de Santander y lo que hoy conocemos como Cantabria.

Para el autor de este blog destaca la presencia, en cada una de las cuatro esquinas de la casa, de ejemplares de tamaño relativamente interesante de madroño; mucho mayores, desde luego, de lo que estamos acostrumbrados a descubrirlos en su entorno natural.

A las afueras de la localidad, en realidad camino de Novales, encontramos la portada de acceso a la Finca de la Familia Botín. Declarada Jardín Histórico debido a los expecímenes vegetales existentes, su visita es posible, aunque compleja. Creo recordar que sólo abre los primeros miércoles de mes, y siempre mediante cita previa.
Desde aquí tomamos la antigua carretera Nacional dirección a Oviedo y enseguida llegamos a Valles; punto desde el cual podemos tomar la carretera en unos segundos nos conduce al precioso entorno de la finca del Palacio de Bustamante.


Entre otras cosas el lugar puede presumir de un excelente ejemplar de Tejo.

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