Situado en una boscosa ladera sobre el Ebro, en un bucólico lugar, se encuentra el Monasterio de Montesclaros. El lugar de mayor devoción de Campoo-Los Valles.
Cuenta la tradición que unos cristianos huidos de Toledo escondieron en una cueva de estos Montes varias reliquias y la imagen de la Santísima Virgen. Tiempo después un zagal vió como una de sus reses se apartaba del rebaño y se paraba ante la entrada de una cueva, hincado como si se arrodillase. Se sintio obligado el pastorcillo a penetrar en la cueva, en donde encontró la imagen de la virgen.
Análogamente a otras leyendas similares, se cuenta que los vecinos quisieron trasladar la imagen al cercano pueblo de Barruelo, pero cada noche tras el traslado la imagen desaparecía y cada mañana volvía a aparecer en la cueva. Comprendieron los vecinos que la virgen quería que el templo se edificase en torno a la cueva.
Los primeros documentos que citan al cenobio datan del siglo XIII. El lugar sufrió varios incendios y quedón incluso falto de culto. Ya en el siglo XVII fué adjudicado por los dominicos que levantaron el templo que ahora contemplamos. Muy sobrio en todos su volúmenes, lo más destacado es sin duda la imagen de la virgen del siglo XIV.
La desamortización de Mendizábal obligó a un nuevo desalojo del monasterio, que tras varios avatares fué adquirido por la Merindad de Campoo. Tiempo después, el lugar sería cedido de nuevo a los dominicos, por el precio de una peseta y un sermón anual, acto que se sigue celebrando año a año el 8 de Septiembre mediante el famoso "sermón de la peseta". También se celebra a finales de mayo la Fiesta de la Rosa, en la que esta flor es comprada en los aledaños del monasterio.
Curiosamente, en los años 60 unas excavaciones descubrieron una pequeña cripta bajo la ilgesia en la que aparecieron varios sepulcors medievales. Este hallazgo ofrece cierta base a la leyenda sobre el origen del lugar.
El lugar aún conserva la antigua hospedería, en donde nos podrán ofrecer alojamiento y comida sencilla.
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