martes, 13 de julio de 2010

Ruta de senderismo: Los pueblos abandonados de Valdeprado

Si desde Valderredible seguimos remontando el Ebro nos internaremos en el municipio de Valdeprado del Río. En esta ruta podremos tener una panorámica de buena parte de este municipio y algunos de sus pequeños pueblos, con una altitud media elevada (en torno a los 1000 metros) y un paisaje de suaves lomas peladas en la vertiente sur y boscosas en la norte. También podremos acercarnos a dos de los escasos pueblos abandonados de Cantabria.

Dificultad: Media
Orientación: Media (aunque mejorada por la buena señalización).
Belleza: Normal
Tiempo: 3 horas y 45 minutos (15 km).


Situación.

Desde Santander lo mejor es tomar la A-67 hasta la salida 116 en Mataporquera. Muy cerca de esta localidad tomaremos la carreterita que pasando bajo la autovía nos acerca a Hormiguera y, tras unos 5 kilómetros, a Valdeprado del Río.

Puntos de Interés

Bosques de robles y hayas. Entornos de los pueblos abandonados de Moroso y Candenosa. Vistas sobre Valdeprado, Valdeolea y llanada de Aguilar.

Descripción de la Ruta

Valdeprado del Río es la localidad que da nombre al Municipio, pero ni es la sede del ayuntamiento ni la localidad más grande; que en ambos casos es Arroyal de los Carabeos. Al contrario, Valdeprado es una pequeña localidad que conserva buena parte de su esencia rural.

Dejamos el coche junto al consultorio de salud (920 metros de altitud), muy cercano al panel explicativo de inicio de la ruta. Justo aquí nace una pista asfaltada hacia la derecha que se dirige al cercano barrio de la Penilla. Llegamos a este pueblo tras unos 400 metros y la pista se divide en dos, tomando nosotros la superior. Casi inmediatamente se acaba el asfalto y las casas y nos topamos con la primera alambrada del recorrido, que superamos con facilidad por hueco practicable.


Al poco el ancho camino se introduce en un bosque no demasiado tupido de pequeños robles, y comienza a ascender sin demasiada dureza por un monte conocido como Costumbría. Sin mucha novedad alcanzamos a los 1500 metros a otro paso alambrado. Superada la misma seguimos ascendiendo hasta los 2 kilómetros, punto en el que llegamos a un falso llano, pero unos cientos de metros después volvemos a ascender y nos encontramos con una fuerte curva a la derecha.


A los 3 kilómetros llegamos a un pequeño collado que supone un cambio de vertiente, dando paso a vistas sobre unos boscosos vallejos al sur. Descendemos un poco y ascendemos otro tanto mientras que rechazamos sendos caminos a la derecha. Junto al segundo, a los 4 kilómetros de recorrido. El camino parece difuminarse pero continuamos en todo caso de frente ayudándonos de las señales indicativas del sendero.



En realidad nos encontramos en las desaparecidas eras del antiguo pueblo de Moroso, con cuyas ruinas nos encontramos unos 500 metros después. Con un poco de dificultad encontramos el panel que nos señala el sendero a Candenosa; como orientación indicaré que sigue sin cambiar casi de altitud, girando ligeramente a la derecha.



Por momentos se hace un poco difícil seguir el sendero. Especialmente al llegar a una especie de prado en el que iremos preferentemente por la parte izquierda, aunque en todo caso llegamos a un pequeño arroyo. Al otro lado el sendero, que tomamos hacia la derecha, está algo más marcado, discurriendo entre restos de muros de piedra.

Giramos enseguida un poco hacia la izquierda y nos internamos en un bonito hayedo por el que ascenderemos durante unos centenares de metros. Tras este tramo el sendero gira a la derecha y sigue ascendiendo. Con las hayas a la derecha, avanzamos por unas pequeñas praderas mientras que observamos ya Candenosa al fondo a la izquierda.


Con ayuda de la señalización avanzamos por estas praderas, bordeamos por la derecha unos pequeños corrales y llegamos a Candenosa (6 kilómetros, 1160 metros). Observamos que este pueblo, aunque deshabitado, presenta ciertos indicios de recuperación. Justo en este punto tomamos la pista de grava que da acceso motorizado al lugar y que asciende suavemente en dirección norte.



Tras rechazar algunos ramales secundarios, a los 7,5 km de recorrido llegamos a una bifurcación muy marcada que coincide prácticamente con el punto más alto del recorrido (1220 metros). Nos decidiremos por el camino de la izquierda que al poco empieza a descender y se interna en un tupido bosque de robles.
A medida que avanzamos podemos contemplar las verdes laderas y bajo nosotros Valdeolea con la cementera de Mataporquera en Primer término. Más alejadas algunas cumbres de la sierra de Híjar y montaña palentina (si el día está claro) y al sur la llanada de la zona de Aguilar.



Avanzamos con rapidez por este agradable y cómodo camino en una serie de curvas que acaban dejándonos en la ladera norte del monte, en donde las hayas toman el dominio.
Salir del bosque y llegar a Hormiguera es todo uno (11 kilómetros). Tomaremos la primera calle a la derecha, en dirección a la iglesia que bordeamos por su izquierda, llegando a la carretera que seguimos hacia la derecha.


Caminamos unos 200 metros por esta carretera hasta que localizamos un camino no muy marcado que nace a la derecha (buscaremos una vez más la señalización). Cruzamos un pequeño riachuelo y salimos de este sendero hacia la izquierda, en dirección a una torre de alta tensión y bajo el hayedo que quedará a nuestra derecha.


Avanzamos en esta dirección por un camino semidesdibujado y continuamos casi paralelos a la línea de alta tensión, aunque acabaremos pasando bajo la misma. Sin mayores contratiempos llegamos a Sotillo a la altura de una bonita fuente en la que calmar la sed. En este punto giramos hacia la izquierda en hasta llegar a la carretera (13 kilómetros).


Avanzamos de nuevo por el asfalto en dirección a la Iglesia de San Vítores, que se alza aislada a semejanza de un faro sobre el Valle. Desde aquí no nos queda sino seguir el asfalto hasta llegar hasta Valdeprado del Río.

Comentarios
La ruta descrita coincide con el trazado del sendero de pequeño recorrido PRS-34, excelentemente señalizado por la Mancomunidad Campoo-Los Valles a la hora de redactar este texto. No obstante no hay que olvidarse de que estas señalizaciones no son eternas, en cuyo caso puede complicarse el seguir algunos tramos concretos.

En el punto más alto, podemos decidirnos por el camino de la derecha que nos lleva directamente hasta Sotillo reduciéndose el recorrido en unos 2,5 kilómetros.

Si recorremos el trazado tras época de lluvias podemos encontrarnos algunos tramos bastante embarrados. En otros puntos, especialmente en las cercanías de Candenosa, podemos encontrarnos con grandes mastines pero en principio avanzando con calma nos acabarán dejando en paz.
Track: Por problemas técnicos no puedo subir el track de esta ruta. Si alguien está interesado puede pedírmelo al e-mail del blog o dejando un comentario.
 

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