Una muestra más de la bonanza económica que vive esta tierra es la proliferación de Museos, Centros de Interpretación e instalaciones del mismo pelaje, incluso en las ubicaciones más insospechadas y aun cuando no exista una relación clara entre inversión y visitas esperadas.
Destaca el caso de los Museos Etnográficos. Ante la proliferación de este tipo de centros podemos tomar dos actitudes. Una, decidirnos a visitarlos todos (cuando se presenta la ocasión) considerando que son pequeñas iniciativas locales ( en muchos casos particulares) que hay que animar y aplaudir otra, considerar que en todos muestran más o menos lo mismo y decidirse por el más (o los más) interesantes.
Supongo que lo lógico es considerar que hay casos y casos. A todos nos debería enternecer el pequeño museo formado por las piezas recogidas por un vecino anciano o realizadas por un artesano. De cualquier forma, tanto si nos decantamos más bien por la segunda opción como si deseamos ver los más interesantes, el Museo Etnográfico de Cantabria es una cita ineludible.
El museo está situado en la casa natal del héroe de la guerra de la Independencia, Pedro Velarde, en la localidad de Muriedas, pasando casi despercibido en medio de las urbanizaciones de chalets (enlazo la foto con la ubicación). La impresión es que el lugar no es muy visitado.
El museo consta tanto del propio edificio como de un sencillo jardín que lo circunda y en el que se muestran piezas de mayor tamaño (incluyendo uno de los pocos hórreos encontrados en Cantabria y una réplica de las Estelas de Barros). La visita al interior es gratuita y guiada, dura aproximadamente media hora y resulta muy instructiva y agradable; especialmente si tenemos guía para nosotros sólo. Lo que no se puede hacer es tomar fotos en el interior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario